Por: Eduardo Ruíz-Healy.
Entre lo mucho que dijo ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador, después de dos semanas de ausencia debido al COVID-19 que lo afectó, destaca su promesa de vacunar a cada uno de los 14 460 754 adultos mayores de 60 años.
Así lo dijo: “Que logremos, aún en una primera dosis, vacunar a todos los adultos mayores del país a finales de marzo, seguimos sosteniendo ese plan, que podamos vacunar a todos los adultos mayores de 60 años a finales de marzo, aún con una primera dosis y terminar de vacunarlos en segunda dosis en abril, ese es el propósito”.
¿Podrá el presidente lograr el propósito?
Recordemos que el 24 de diciembre pasado empezó la vacunación del personal de salud del país con la vacuna Pfizer, de la cual supuestamente se compraron 34.4 millones de dosis, suficientes para vacunar a 17.2 millones de personas.
Ese día, teniendo a AMLO como testigo, el secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard informó que serían vacunados 1 420 575 trabajadores que trabajan en las unidades COVID.
El proceso de vacunación se detuvo casi por completo el 17 de enero cuando el presidente anunció que por solicitud de la Organización Mundial de la Salud México aceptaba una reducción en entregas de Pfizer para que, supuestamente, países pobres pudieran tenerla. Explicó que el fabricante repondría esas dosis apenas pudiera y que “de todas formas, no cambia nuestro plan, porque ya estamos buscando otras vacunas, no sólo Pfizer (…) De modo que ya vamos a tener vacunas suficientes”.
Después supimos que Pfizer no tenía la capacidad suficiente para producir el número de dosis que se comprometió a venderle a distintos países y que la farmacéutica estadounidense detendría algunas de sus fábricas para adaptarlas con el fin de lograr una mayor producción.
También nos enteramos de que no había “otras vacunas” disponibles para seguir aplicándolas a los trabajadores de salud.
Así, desde el 24 de diciembre hasta ayer se han administrado poco menos de 727 000 vacunas Pfizer a los trabajadores de la salud y a quienes integran las llamadas brigadas de vacunación. De estas, 652 000 fueron primeras dosis y 75 000 vacunas completas (dos dosis).
Con base en lo anterior tenemos que 652 000 trabajadores aún no han recibido su segunda dosis y que otros 513 575 ni siquiera la primera. Es decir que faltan por aplicarse aproximadamente 1.68 millones de dosis a estas personas que trabajan en hospitales COVID.
De acuerdo con el presidente, para el 30 de abril habrán sido aplicadas 28 921 508 dosis a los mayores de 60 años más, supongo, 1 680 000 dosis a los trabajadores de la salud. En total: 30 601 508 dosis.
Si hoy empezaran a aplicarse estas vacunas el gobierno tendrá 81 días para lograr su objetivo y aplicar, en promedio, unas 378 000 dosis diarias.
Hasta ahora solo tres países han sido capaces de superar esta cifra: China (2.4 millones de dosis), Estados Unidos (2.12 Millones) y Reino Unido (524 220).
La India ya logró llegar a las 226 606 dosis y Brasil a las 212 994. Ningún otro país ha sido capaz de superar las 150 000 dosis diarias.
Nada me gustaría más que AMLO cumpliera su compromiso. Después de todo, yo pertenezco al grupo de los mayores de 60 años.
Sin embargo, muy a mi pesar, dudo que sea capaz de cumplirlo.
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