Llegó a casa tan triste! Allá, en el parque, había visto llorar a una anciana. No entendió lo que decía, nada más palabras sueltas. Hablaba de una pérdida, creyó entender que la señora tal vez había perdido algo, quizá la cartera, dinero.
Era, o parecía, mucho más vieja que su abuela.. La quería muchísimo! Iban juntas a los toros, la abuela era de Ponce y de Juli, ella del mago y de Galdòs. Iban juntas al cine. A misa, a la playa. Leían mucho, cocinaban pasteles..
Dejó la mochila del colegio en el dormitorio y se tomó la merienda en un suspiro. Decidió lo que iba a hacer. Abrió su hucha y contó lo que había.. no mucho: había comprado libros, el regalo del día del padre, ropa…
Había noventa euros..
Regresó al parque. La mujer seguía allí, ya no lloraba pero se veía muy triste. La niña trató de explicarle que ella le ofrecía encantada sus pequeños ahorros. La anciana no supo qué decir…
No supo cómo se le cuenta a una pequeña de poca edad que se puede perder la ilusión. Que se puede perder la esperanza. Que el dolor más grande es el olvido, la indiferencia.. Que se sentía sola porque así la hacían sentir..
Dedicado a los abuelos, en especial a la mía
A mi amiga Paty
A las personas que aman y cuidan a sus mayores, a las que no lo hacen no,
A los toreros mencionados
A mi Hugo, tan generoso
A mis niñas Rocío, Marta y Lourdes
A mi Luis