El secretario de Defensa británico, Ben Wallace, prometió el viernes “investigar a fondo” una falla grave de seguridad: documentos que identificaban a empleados afganos quedaron en la embajada británica abandonada en Kabul.
El periodista del diario Times de Londres, Anthony Loyd, dijo que halló los papeles desparramados en el suelo cuando recorría el distrito diplomático abandonado de Kabul escoltado por milicianos del Talibán.
Wallace dijo que “evidentemente no estuvo bien” que se dejaran los documentos a la vista. Dijo que el primer ministro Boris Johnson “hará preguntas” sobre lo que sucedió.
“Averiguaremos y llegaremos al fondo de esta cuestión”, dijo Wallace en entrevista con la radio LBC.
Miles de afganos que trabajaron con las fuerzas occidentales tratan de abandonar Afganistán por temor a las represalias del Talibán, que ha pasado a controlar el país.
Loyd dijo que los documentos incluían el nombre y la dirección de un empleado jerárquico, detalles de contacto de otros empleados y direcciones de personas que solicitaban trabajo como intérpretes.
Llamó a los números telefónicos que encontró y descubrió que algunos empleados habían salido del país, pero que muchos más continuaban allí y estaban varados fuera del aeropuerto de Kabul.
El gobierno dijo que esos empleados fueron hallados y llevados a un lugar seguro, pero The Times dijo que se desconoce el paradero de al menos dos solicitantes de empleo.
La comisión de asuntos exteriores de la Cámara de los Comunes dijo que investigará cómo quedaron abandonados esos documentos durante la partida presurosa del personal diplomático británico a medida que el Talibán avanzaba sobre Kabul a principios de mes.
El ministerio de exteriores británico dijo en un comunicado que “durante la reducción de nuestra embajada se hicieron los máximos esfuerzos para destruir material confidencial”