Instó a los líderes del país a proveer armas a las regiones controladas por los rebeldes para defenderse de las autoridades de Kiev respaldadas por Occidente
Altos funcionarios de Ucrania y Rusia se reunieron en París el miércoles para mantener conversaciones para calmar las tensiones en su frontera, una reunión que Francia consideró un paso positivo a pesar de las nuevas advertencias de Estados Unidos de que Moscú estaba preparando una acción militar.
París consideró que la reunión en la capital francesa entre el subjefe de gabinete del Kremlin, Dmitry Kozak, y el asesor presidencial ucraniano Andriy Yermak, junto con diplomáticos franceses y alemanes, ofrecía una débil esperanza de un deshielo.
Yermak escribió en Twitter que las conversaciones fueron “una fuerte señal de disposición para un arreglo pacífico”.
“Es muy alentador que los rusos accedan a entrar nuevamente en este formato diplomático”, dijo el miércoles un asistente del presidente francés, Emmanuel Macron, bajo condición de anonimato.
El funcionario francés dijo que se requieren esfuerzos diplomáticos para lograr una “desescalada” al mismo tiempo que Occidente aumenta sus amenazas a Moscú sobre las consecuencias de una invasión de Ucrania.
“Queremos una desescalada, lo que significa tanto diálogo como disuasión”, dijo el asistente.
“Las sanciones no deben dar lugar a represalias que nos afecten como un boomerang y tengan un costo”, dijo el asistente. “Las sanciones no son el todo y el final de la respuesta”.
Pero poco después de esta reunión en París, el partido gobernante de Rusia ha instado a los líderes del país a comenzar a armar las regiones controladas por los separatistas de Ucrania para ayudarlas a defenderse de las autoridades de Kiev respaldadas por Occidente, dijo un alto miembro el miércoles.
En un comunicado transmitido por la televisión estatal rusa, Vladimir Vasilyev, jefe de la facción Rusia Unida en la cámara baja del parlamento, la Duma Estatal, dijo: “Hacemos un llamado a los líderes de nuestro país para que brinden asistencia a las repúblicas de Lugansk y Donetsk en forma de suministros de productos militares necesarios para disuadir la agresión”.
Añadió: “Celebramos consultas sobre este tema y llegamos al entendimiento de que no podemos dejar a la gente a merced del régimen de Kiev”.
Vasilyev habló después de que Andrei Turchak, primer vicepresidente del Consejo de la Federación, la cámara alta del parlamento de Rusia, planteó la idea por primera vez ese mismo día.
“Rusia debe proporcionar a las Repúblicas Populares de Lugansk y Donetsk la asistencia necesaria enviándoles ciertos tipos de armas para aumentar su capacidad de defensa y disuadir una agresión militar claramente preparada por Kiev”, dijo en un comunicado en la televisión estatal.
Turchak, quien también es secretario del consejo general del partido gobernante Rusia Unida, no especificó qué tipos de armas deberían enviarse a los separatistas ucranianos .
El partido gobernante está preocupado por la escalada de tensión y el suministro de armas occidentales a Kiev, dijo.
“Los patrocinadores occidentales están empujando a la junta ucraniana hacia una invasión directa del Donbass”, dijo, refiriéndose al nombre de las dos regiones separatistas.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien habló con los líderes europeos por videoconferencia el martes, dijo que cualquier ataque militar ruso contra Ucrania desencadenaría “enormes consecuencias” e incluso podría “cambiar el mundo”.
Se espera que las sanciones incluyan nuevas restricciones a las exportaciones de tecnología estadounidense a Rusia y Biden indicó que Estados Unidos también atacaría personalmente al líder ruso Vladimir Putin.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, descartó las amenazas como inútiles porque a los altos funcionarios rusos se les prohibió tener activos en el extranjero.
Pero tal movimiento dañaría gravemente los intentos diplomáticos de aliviar las crecientes tensiones sobre Ucrania, dijo.
“Políticamente, no es doloroso, es destructivo”, dijo Peskov a los periodistas.
El Kremlin ha dicho anteriormente que cualquier sanción estadounidense dirigida personalmente a Putin sería como cruzar una línea roja, advirtiendo que la medida podría resultar en una ruptura de los lazos bilaterales.
Advertencias de invasión
Las evaluaciones sobre si Rusia planea utilizar las 100.000 tropas concentradas en la frontera de Ucrania para una invasión de su vecino prooccidental siguen siendo diferentes.
Reiterando las advertencias de la Casa Blanca, un alto diplomático estadounidense dijo el miércoles que Estados Unidos seguía convencido de que Putin estaba listo para usar la fuerza contra Ucrania a mediados de febrero.
“No tengo idea de si tomó la decisión final, pero ciertamente vemos todos los indicios de que va a usar la fuerza militar en algún momento (entre) ahora y mediados de febrero”, dijo la subsecretaria de Estado Wendy Sherman en un foro.
Pero el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, dijo que la cantidad de tropas rusas desplegadas a lo largo de la frontera no fue suficiente para un ataque importante.
Dijo a los periodistas que las tropas representaban “una amenaza para Ucrania” pero que eran “insuficientes para una ofensiva a gran escala”.
Los temores de una invasión rusa se derivan de la anexión de la península de Crimea por parte de Moscú en 2014 y la captura por parte de los separatistas pro-Kremlin de dos repúblicas disidentes autoproclamadas en el este de Ucrania.
Más de 13.000 personas han muerto en los combates entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes prorrusos.
Solución diplomática
Las conversaciones en París el miércoles son el último intento de encontrar una solución diplomática al creciente enfrentamiento luego de discusiones no concluyentes entre diplomáticos rusos, estadounidenses, europeos y de la OTAN en semanas anteriores.
Hasta ahora, el enfoque principal ha sido las negociaciones separadas entre Rusia y Estados Unidos para discutir las demandas de seguridad del Kremlin en Europa, incluido que Ucrania nunca debería convertirse en miembro de la alianza militar de la OTAN liderada por Estados Unidos.
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, advirtió en un discurso a los legisladores el miércoles que Moscú tomaría “todas las medidas necesarias” si no recibía respuestas constructivas y si Occidente continuaba con su “política agresiva”.
Las principales demandas rusas, que buscan limitar drásticamente el alcance y las capacidades de la OTAN en Europa del Este y la ex URSS, casi con certeza serán rechazadas en la respuesta escrita estadounidense.
Los analistas occidentales ven un alcance más limitado para el compromiso en áreas como el control de armas o ejercicios militares.
El plan francés de “desescalada”, como lo detalló un asistente de Macron el lunes, significaría que Rusia y Ucrania acordarían tomar medidas para generar confianza.
El gobierno de Ucrania ha dado el primer paso previsto por los franceses al retirar un proyecto de ley en el parlamento esta semana que rige el estado de las provincias separatistas respaldadas por Rusia en el este del país, que Moscú vio como una violación de compromisos anteriores.
París espera que Rusia acepte algunas “medidas humanitarias”, como el intercambio de prisioneros en el este de Ucrania y la apertura de puestos de control manejados por los separatistas.
Francia también está presionando por “una declaración pública de los rusos sobre sus intenciones que tranquilice a todos”, dijo el asistente.
Una posible área importante de discordia es el respaldo de Francia a las conversaciones entre el gobierno ucraniano y los separatistas respaldados por Rusia en el este, algo que el presidente Zelensky se ha negado a hacer.
Los principales asesores diplomáticos de Rusia, Ucrania, Francia y Alemania, conocidos como el Formato de Normandía, hablaron por videoconferencia por última vez en septiembre del año pasado, según la oficina de Macron.
Los líderes se reunieron por última vez para una cumbre a cuatro bandas en París en diciembre de 2019.
