Resulta un análisis pertinente la lectura de propuestas. Para quien es lector, la existencia de libros firmados por los candidatos constituye una oportunidad más de contrastar y, finalmente, decidir un voto. Tuve oportunidad de leer a los candidatos desde sus textos y quiero dedicar este espacio para comentar sus libros, siguiendo esta breve guía: argumento central (¿cuál es su diagnóstico de México?), autoconstrucción (¿qué dice de sí mismo?) y propuesta nodal (¿cuál es su principal solución?). Trascribo además algunos párrafos que me parecen relevantes. Sin más, comenzaré.
Andrés Manuel López Obrador
“2018: la salida. Decadencia y Renacimiento de México”, publicado a principios de 2017 es un libro que nos presenta una argumentación de diagnóstico simplificada como sigue: 1. El más grande mal de México es la corrupción, 2. Sólo puede ser combatida con el ejemplo de alguien que no es corrupto, 3. AMLO es el único que no es corrupto y, por tanto 4. Sólo AMLO puede acabar con la corrupción.
Como se observa es un texto base para entender toda su campaña. De hecho, la estructura del libro se divide a groso modo en dos: “Decadencia” y “Renacimiento”, el autor aprovecha gran parte del texto en autoconstruirse a partir de referencias como el paladín de la República, prometiendo erradicar la corrupción con el mero ejemplo:
“Comportamientos corruptos, aparentemente estructurales (…) se van a eliminar con relativa facilidad porque, entre otras cosas, el presidente de la república no será parte de esos arreglos y, por el contrario, se convertirá en el principal guardián del presupuesto y en promotor decidido de la nueva cultura de la honestidad dentro del gobierno y en la sociedad” (p. 151)
Su solución central es un programa de austeridad re-fundando México como una República amorosa:
“Cuando hablo de una república amorosa, con dimensión social y grandeza espiritual, propongo regenerar la vida pública de México mediante una nueva forma de hacer política, aplicando en prudente armonía tres ideas rectoras: la honestidad, la justicia y el amor. Honestidad y justicia para mejorar las condiciones de vida y alcanzar la tranquilidad y la paz pública; y el amor para promover el bien y lograr la felicidad” (p 261).
El libro contiene incluso referencias bíblicas que refuerzan su planteamiento inicial y lo enganchan con uno de sus públicos de apoyo. Aunque desconcierta la idea de que la solución de la corrupción es el sólo ejemplo, AMLO es consistente con su argumento central, no lo ha soltado y gracias a ello ha logrado posicionarse electoralmente.
José Antonio Meade Kuribreña
“El México que merecemos: mi visión para transformar nuestro país con orden y rumbo”, publicado en abril de 2018, es un libro que nos presenta la siguiente argumentación de diagnóstico: 1. En México faltan cosas por hacer en economía, justicia y desarrollo social, 2. Sólo pueden solucionarse estas carencias desde un abordaje técnico, sin improvisaciones, 3. Meade tiene experiencia y, por tanto 4. Sólo Meade puede realizar los cambios que el país necesita.
En su libro, Meade se expresa como experto en economía, desarrollo social y, en menor medida, en relaciones internacionales. Enfatizando su sólida formación académica y las soluciones técnicas en la política.
Los temas de seguridad, justicia y combate a la corrupción son abordados en sus páginas pero es sustancialmente más profundo su abordaje respecto al desarrollo económico y social.
En este último aspecto, destaca su nueva perspectiva:
“Se necesita una intervención cercana y oportuna que permita a cada mexicano contar con las herramientas fundamentales para poder ejercer plenamente sus derechos, A fin de alcanzar este nivel de focalización individual, se registrarán las necesidades persona por persona y se integrarán en una plataforma nacional que permita brindar un apoyo específico, real y trasparente” (p 69).
Alinea sus propuestas a los objetivos de desarrollo de la ONU al describir la necesidad de un “piso mínimo social” resultado de “al menos” 6 ejes: 1. alimentación, 2. salud, 3. fortalecimiento al seguro popular, 4. educación, 5. infraestructura social básica y 6. viviendas dignas en ciudades competitivas.
Se autoconstruye, sin duda, como un creyente de las políticas públicas:
“Siempre he pensado que la mejor forma de asegurar el éxito de una política pública es cuidando todo el proceso de su ejecución. Para lograr una mayor eficiencia y eficacia en la instrumentación de todas estas medidas es importante contar con los ajustes que permitan mejorar la coordinación institucional de todos los niveles de gobierno, brindando la autonomía y el acompañamiento necesarios desde las escuelas para asegurar el mayor éxito posible” (p. 147).
Aspira a dar resultados y a dignificar el quehacer público cuando señala lo siguiente:
“A pesar de los avances que el país ha tenido en diferentes vertientes, los mexicanos se sienten indignados y decepcionados por lo que perciben como una respuesta insuficiente ante los grandes retos que tenemos por delante. Sin duda, la respuesta institucional no ha estado a la altura de sus expectativas. Los casos de corrupción han empañado el alma de México y la inseguridad ha terminado por sacudir lo más valioso de los mexicanos: su tranquilidad familiar. Aquel servidor público que solía ser respetado en la sociedad se ha desvanecido del imaginario colectivo” (p. 217).
El texto de Meade constituye un programa de gobierno completo que vale la pena leer a detalle. Contiene sólidos planteamientos que denotan una capacidad de análisis y de articulación de soluciones desde una perspectiva estratégica. Concibe la administración pública como un trabajo en equipo más que de una sola persona.
El libro fantasma de Anaya
En el primer debate entre candidatos presidenciales, Ricardo Anaya mostró durante unos segundos la portada de su supuesto libro: “De frente al futuro” se leía. Mientras lo sostenía señalo: “yo si tengo un plan, en este libro con 40 puntos y 158 propuestas”…bla, bla,bla.
Al día siguiente, Jorge Castañeda, su coordinador de campaña señaló que a partir de ese momento se podía consultar en línea, libre de costo. Lo cierto es que el libro jamás se hizo público y no está disponible en ningún formato: ni físico, ni digital. A punto de terminar las campañas electorales ¿dónde está el libro fantasma de Anaya? No quiero que me lo tomen a intriga pero en este caso: si el libro no está ¡no existe! Y por tanto no puedo hablar de su contenido.
¿Cómo comparar algo que no tiene equivalente? Sencillamente señalaré que si bien es cierto que Anaya tiene propuestas al no encontrarlas en formatos equivalentes no se pueden comparar. Es decir: puedo contrastar propuestas de las páginas web de Anaya contra las de Meade y López pero no puedo contrastar propuestas de una página web por un lado y libros por el otro, porque el grado de profundidad e incluso los públicos destinatarios son distintos, de acuerdo al formato. En este caso la forma es fondo.
Así, Anaya perdió una oportunidad frente a los libros -si existentes y públicos- de AMLO y Meade. De entre estos dos, me quedo con la visión y claridad de objetivos de José Antonio Meade Kuribreña.
