Por: Alan J. Contreras Castillo.
Hoy no habrá un artículo político, pero si leerán algo que me parece de suma importancia para ese medio, aunque muchos digan que no existe tal en estos lares: La AMISTAD.
Cada mañana me levanto y pienso: ¿Que sería de las personas si no pudieran soltar una carcajada en los momentos más difíciles? Sin duda vienen a mi mente los escenarios menos agradables de la vida, tiempos de ira y ansiedad, aislamiento, dolores y padecimientos, tristeza, desorientación, mal sabor de boca…
Día con día, camino por las calles de mi ciudad, escojo una diferente para observar, aunque a veces, la vida laboral me conduce por caminos inusitados donde me sorprendo aún más al ver un sinnúmero de testas con una inclinación cuyo ángulo choca con la escarpa, parejas peleando a plena luz del sol, matrimonios discutiendo por situaciones que a mi corta edad merecen una solución tajante, más sin embargo, no conozco el contexto, por lo cual, me limito a no opinar. Continuo mi andar, salgo de mi estado y me topo con oficinas públicas y privadas donde al parecer las almas deslumbrantes del ser humano han disminuido su intensidad de destello, parecen un poco estáticas, saco conclusiones pero las reservo en mi interior para un análisis a detalle. Escalo un poco más alto y afortunadamente tengo la dicha de entablar comunicación con altos directivos, funcionarios de gobierno y empresarios que inspiran y motivan el esfuerzo diario, así como ellos, en lo bueno, también es perceptible la ambición desmedida en algunos otros y el sobajamiento a su personal se hace evidente y a veces incomodo. No pretendo recitar los males de la vida pues son subjetivos en diversos casos, empero, si deseo enfocar una de las razones que me mantienen interminablemente feliz, alegre y agradecido por estar en este plano terrenal. La dicha en mi persona, en gran medida se apodera de mi mente cuando se que cuento con personas que no llevan mi sangre, pero darían la suya para ayudarme, que se levantarían a media noche si requiriese auxilio, que no dudarían en sacrificar su fortuna cuando no hubiere otra opción para amparar y proteger a sus seres queridos, esos semidioses que más allá de cualquier cosa, te sacan una carcajada cuando más lo necesitas, se llaman AMIGOS y les estaré eternamente agradecido por siempre estar a mi lado.
Las monedas se gastan, el dinero se acaba, el poder es efímero, pero una amistad es para siempre. Mi querido Álvaro, te deseo un muy feliz cumpleaños. ¡Disfruta!
Lectores: Prueben “Los Jochos Mérida”, si no les gusta la comida, por lo menos les encantará la atención.
Alan J. Contreras Castillo
Director Ejecutivo de C&C Consultores
Lic. en Ciencias Políticas por la Universidad Modelo
Asesor de la LXIII legislatura- Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.
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