Claroscuro, por: Francisco López Vargas.
Siempre he estado seguro que cuando nos dicen que no tomemos decisiones estando molestos o contentos debemos de acatar esa afirmación al pie de la letra o nos arrepentiremos del juicio que tomemos en ese estado.
Las decisiones, sobre todo si son muy importantes, debemos de reflexionarlas, de ver las opciones y los pros y los contras y observar la conducta de quien o quienes nos ofrecen el oro y el morro.
Queda claro que en el pasado julio la decisión que tomaron los mexicanos fue para cobrar venganza, para dejar claro que había un hartazgo social y que sólo así –y qué bueno- podría manifestarse y cobrarse la afrenta.
También queda claro que el mercado electoral hace muchos años que deja mucho que desear. Los candidatos, propuestos por sus partidos, parecieran salir de una película en la que sólo ellos –los partidos- se encargan de escribir el guión y elegir al protagonista.
Los ciudadanos como tales poco les importamos y fue precisamente por ese desdén que muchos voltearon a ver a quien estrenaba partido pero no aspiración a ser presidente de la República.
Estaba claro que Meade tendría que remontar incluso a su partido, ese que del ejemplo no puede vanagloriarse; Anaya resultó ser un gandaya que no encontró mejor manera que hacerse de la dirigencia de su partido para desde ahí robarse la candidatura aliado con el PRD, ese que no termina aún de desdibujarse.
La oferta electoral con el Bronco y Margarita Zavala como independientes no terminó de cuajar. Muy poco tiempo para algunos, pero no para el que ha abusado de sus privilegios y nos ha dado muestras en cada oportunidad que las leyes del país y sus instituciones se pueden ir al diablo sin que pase nada, sin que haya castigo por ello.
Y el PRI desapareció y el PAN le siguió y una chiquillada que se alió con el más nuevo logró acreditar que los mexicanos votamos con el estómago, con la víscera y no con la cabeza. Mire usted. que votar por PES, PT y hasta el Verde… fue un despropósito. Y Alianza Social le hizo el trabajo sucio a Morena aún a costa de no tener votos, pero si cumplirle a la maestra, la presa política del sexenio.
La elección ya pasó y el nuevo gobierno empezó cuando el Congreso sesionó y le aceptó a todos sus integrantes sus viejos pasados, sus orígenes vergonzantes y vergonzosos. Porfirio Muñoz Ledo presidiendo el Congreso como a finales de los 60´s y ahí de nuevo como ha estado en cada gobierno desde entonces; Fernández Noroña otra vez de bufón, de fanfarrón. El imbécil que se siente tribuno, defensor de los “ideales”. Esa basura como legislador junto con Mayer, el striper; la Padierna beneficiada de su Bejarano, su marido, su señor de las ligas.
Y de nuevo el pasado: cobramos poco, somos austeros, le devolveremos al pueblo sus impuestos vías beneficios para los más pobres y de nuevo: como en los viejos tiempos, la modestia y la “honestidad” como emblemas de los nuevos saqueos.
Y si para algunos el nuevo gobierno no ha empezado y lo hará cuando haya tomado posesión López Obrador, la realidad es que el nuevo gobierno ya empezó y los legisladores de hoy lo dejaron claro: “es un honor estar con López Obrador” y la tradicional aplanadora a favor de las políticas y decisiones del Ejecutivo aparecerá con un nuevo partido que se asemeja al viejo, ese que todos los que votaron por el nuevo querían castigar.
Vicios viejos y figuras más viejas mientras muchos le apostaron a que ese refrán de “los perros viejos no aprenden trucos nuevos” no se hiciera realidad, pero se está haciendo y lo hemos visto con ejemplos aberrantes: El gobernador de Chiapas pide licencia a su cargo para tomar posesión como senador por Chiapas y luego, como por arte de magia, le conceden permiso para regresar a Chiapas y convertirse en gobernador de nuevo como si la prestidigitación no abandonara nunca a la política.
A Manuel Velasco lo que pida, después de todo su abuelo es íntimo del nuevo presidente y al presidente lo que necesite o no, pero ya tiene los diputados del Verde para lo que se ofrezca. Favor con favor se paga, ¿no?
Y otra medalla al tigre: Manuel Bartlett, que será director de CFE con López, no puede viajar a Estados Unidos, ese gobierno no le concedió la visa porque se presume fue partícipe del homicidio del agente de la DEA Enrique Camarena de acuerdo con datos aportados por un agente de esa central antinarcóticos de Estados Unidos. Bartlett, quien se ha mantenido en cargos públicos las últimas cuatro décadas, no registra viaje al vecino país.
Los portales noticiosos Terceravía, Vanguardia y Sin embargo reproducen una solicitud de información a la Secretaría de Relaciones Exteriores que la negó al considerarla confidencial.
Bartlett, autor del fraude de 1988 contra la izquierda, también ha sido responsabilizado del asesinato de Manuel Buendía, un periodista que casualmente estaría, como el agente Camarena, investigando los nexos del entonces secretario de Gobernación con el narcotráfico en México.
Toda la polémica antes de la toma de posesión del nuevo gobierno. ¿Será que en realidad estemos cambiando?
