Reflexiones en voz alta, por: Carlos Capetillo Campos.
carlos_capetillo@hotmail.com / @capetillocampos
¿Qué
pasa? Es la pregunta que algunos amigos me hacen con relación a que les parece
muy extraño la ausencia del Presidente Peña Nieto y su gabinete del escenario
nacional, dejando todos los reflectores al Presidente Electo y sus próximos
funcionarios.
El
Presidente Electo, licenciado Andrés Manuel López Obrador disfruta, como todo
político mexicano, ser el centro de atención, las conferencias de prensa y las
giras al interior del país con los mítines correspondientes, que si bien él los
llama de agradecimiento por los votos que le otorgaron, son también un
espléndido marco para delinear posiciones de su gobierno, reafirmar promesas de
campaña y generar nuevas, que sin duda han despertado unas expectativas muy
altas en la sociedad mexicana, sobre todo en aquellos sectores que tienen sus
esperanzas depositadas en él para aliviar los problemas apremiantes que viven;
aunque también hay sectores que empiezan a manifestar sus preocupaciones por
algunas promesas reiteradas o por acciones que puedan afectar la confianza de
inversionistas nacionales y extranjeros.
Desde
el 8 de julio, siete días después de las elecciones, el candidato ganador hoy
Presidente Electo, ha planteado algunos temas sin duda polémicos como la
consulta y su mecanismo sobre el aeropuerto en construcción en Texcoco, el tren
Maya, la desconcentración a la provincia de las Dependencias del gobierno
federal, la oferta de empleo a inmigrantes hondureños, el retiro del Estado
Mayor Presidencial, un cuerpo no solo de seguridad al Presidente, sino de
muchas más funciones importantes del día a día y además altamente calificado,
para incorporarlo al Ejército, en fin, muchas medidas que sin duda han despertado
interés en los diferentes sectores de la sociedad y por lo tanto son altamente
polémicos.
Creo
que todas las posibles razones de este actuar se han expresado públicamente a
través de los medios y las redes sociales, por lo que poco podría ser una razón
más que aportar.
Que
si el Presidente Peña con el fin de protegerse pactó con el Presidente Electo
López Obrador dejarle todo el espacio; que si es el miedo al rechazo popular lo
que les ha hecho replegarse; que si la mano del muerto.
Ante
lo expresado, yo solo agregaría un dicho popular muy antiguo: si quieres que
alguien se ahorque dale soga.
Yo,
como todos los mexicanos, independiente de su militancia política y partidista,
queremos que le vaya bien al Presidente Electo, porque si le va bien a él le va
bien al país y sin duda el Presidente Electo conoce bien al país, lo ha
recorrido en campaña varias veces, sabe de sus necesidades y problemas, tiene
experiencia en gobernar y se está rodeando de personas con experiencia que no
tienen justificante para fallarle al país y crearle problemas a quien les ha
dado su confianza, con desplantes de soberbia.
Tienen
la obligación entre otras, de conciliar a la sociedad, no de enfrentarla con
declaraciones que no ayudan a la unidad nacional, tan necesaria en estos
momentos.
Y
seguramente el Presidente Peña Nieto sabe que es muy difícil ser Presidente de
este nuestro gran país, pero es más difícil ser Ex Presidente de México.
Te saludo cordialmente.