En lo que será su primer proceso electoral después de la derrota sufrida el primero de julio en donde perdió la gubernatura del estado, la ciudad capital, dos distritos federales y múltiples municipios, el PRI en Yucatán se enfrenta a grandes retos que definirán su futuro en el corto y mediano plazo.
Con el enorme riesgo de seguir el camino de sus pares locales, de verse reducido a una mínima expresión política, ocasionado en gran parte por la resistencia de los grupos hegemónicos a dejar de influir en sus decisiones, el otrora partido mayoritario inicia la renovación de su dirigencia de forma incierta y titubeante al no poder lograr una planilla de unidad ante el rechazo de muchos de sus militantes al intento de imposición por parte de las cabezas visibles de los grupos dominantes.
Después de ponerse de acuerdo las principales figuras del priismo local, encabezadas por los ex gobernadores Ivonne Ortega Pacheco y Rolando Zapata Bello, junto con el senador Jorge Carlos Ramírez y el ex Dip. Federal Pablo Gamboa Miner, en colocar al frente de la dirigencia estatal al ex Secretario de Públicas de la gestión y ex Dip. federal y local, Francisco Torres Rivas, les fue imposible lograr que nadie mas se inscriba al mencionado proceso.
El primer fracaso del acuerdo cupular se dio ante la imposibilidad de evitar que se lleva a cabo un proceso interno el cual representa un gran esfuerzo para la dirigencia actual en varios sentidos. Desde la necesidad de organizar centros de votación, depurar un padrón mal elaborado, hasta cubrir los costos de mismo, los cuales rebasan los dos millones de pesos, cantidad que en estos días es casi inalcanzable para las débiles finanzas del Revolucionario Institucional.
Solamente se logró persuadir al ex Secretario de Desarrollo Social de Zapata Bello, Walter Salazar Cano, de retirarse de la candidatura que había venido anunciado desde que dejó el gobierno. Fue mas grande la presión que ejerció el exgobernador que las ganas de dirigir a su partido.
Trascendió que existe una gran preocupación de parte del grupo de Zapata Bello por las demandas interpuestas por el actual gobierno panista en contra de funcionarios de la administración anterior que pudieran derivar en prisión y prefirieron no correr el riesgo con Salazar Cano.
Otro tropiezo se da al escoger a la compañera de fórmula de Torres Rivas, la cuestionada diputada Lila Rosa Frías Castillo, quien junto con otros tres diputados locales, Mirthea del Rosario Arjona Martín, Luis Enrique Borjas Romero y Warnel May Escobar, votaron a favor del presupuesto del gobernador panista Mauricio Vila Dosal, en contra de su bancada en el Congreso del estado y de una iniciativa que aumentaba el presupuesto a los ayuntamientos de su propio partido, causando el enojo de sus compañeros diputados y de los mas de cincuenta alcaldes que sintieron una traición en su proceder y que no logró quitarse con explicaciones posteriores.
Para rematar, existe la sospecha de tener la condición de inelegibilidad al cargo de presidente sobre Torres Rivas ya que fue electo diputado federal en el periodo 2015-2018 por el Partido Verde Ecologista de México, para lo cual tuvo que renunciar a su militancia en el PRI debido a que el Convenio de Coalición entre ambos partidos establecía la obligatoriedad de ser un militante del Verde Ecologista quien compita por el IV Distrito Federal con cabecera en Mérida, lo cual hace que pierda los siete años de militancia requerida la Base Séptima de la Convocatoria emitida el pasado día 20 de febrero de 2019 para la Elección de las Personas Titulares de la Presidencia y la Secretaria General del Comité Directivo Estatal en Yucatán para el periodo estatutario 2019-2023, la cual específicamente en su Fracción II a la letra dice:
“II.- No haber sido dirigente, candidato, militante o activista de otro partido político, a menos que exista dictaminación o resolución definitiva de la Comisión de Ética Partidaria que corresponda, en la que conste su afiliación o re afiliación al Partido en los términos de estos Estatutos y el Código de Ética Partidaria.
IV.- Acreditar carrera de Partido y como mínimo, una militancia fehaciente de siete años.” Lo que motivó que se interpusiera un recurso legal en contra de su candidatura y a pesar que el actual comité directivo encabezado por Carlos Sobrino Argáez decidió otorgar el registro el caso se ventilará en los tribunales electorales llevando el peso del litigio durante el proceso y eventualmente obteniendo el triunfo se vea impedido a tomar posesión por supuesta violación a sus propios estatutos.
Por otro lado, las formulas que se inscribieron además de la considerada como la “oficial” para competir por el cargo de Presidente y Secretaria General del C.D.E. del P.R.I en Yucatán fueron: Francisco Medina Sulub y Carmen Navarrete Navarro; Eloy Quiroz Ávila y Reynalda Cocóm; Diego Lugo Interián y Raimunda Che Pech; Jorge Carlos González López y Laura Domínguez Panti.
Medina Sulub ha sido dirigente juvenil del PRI y ocupado algunos puestos en la administración pública estatal, se conoce su cercanía con el gobernador de Campeche Alejandro Moreno Cárdenas desde tiempos en los que éste era el dirigente nacional juvenil del PRI; su compañera de fórmula ha sido presidenta municipal de Tekax. Eloy Quiroz fue funcionario menor en la administración de Zapata Bello; Lugo Interián y Che Pech por su parte son actualmente presidentes municipales y cuentan con el apoyo de sus compañeros agrupados en la FENAM que preside el alcalde de Yaxcabá Sansón Palma y agrupa a mas de 50 municipios del estado; finalmente González López y Laura Domínguez responden más a la costumbre del primero de inscribirse a cualquier proceso interno desde ya hace varias décadas.
El martes 5 de marzo, la Comisión de Procesos Internos encargada de llevar la elección decidió declarar procedentes los dictamines para la inscripción únicamente a las formulas encabezadas por Torres Rivas, a pesar de los señalamientos de incumplimiento de los requisitos en la convocatoria, la de Medina Sulub y la de Lugo Interian, quienes competirán el próximo siete de abril en casillas puestas en todos los municipios del estado incluyendo seis en la ciudad de Mérida.
La elección por el método de consulta a la base llevado a cabo por el PRI en Yucatán también tiene implicaciones nacionales, viene a ser una especie de laboratorio para el proceso que se realizará para elegir al dirigente nacional de ese partido. El éxito o el fracaso del proceso local repercutirá indudablemente en el nacional ya que se enfrentan los intereses de quienes hoy aspiran a ese cargo y tienen representantes en el estado, Ivonne Ortega Pacheco apadrinando a Torres Rivas y Moreno Cárdenas a Medina Sulub.
Así el PRI cumple noventa años, envuelto en conflictos, debilitado ante los ojos de una sociedad que no termina de creer en su transformación y rehén de los grupos que se pelean sus despojos y no dejan que nuevos liderazgos surjan a su interior y lo modernicen.
