La Generación X de México son los mexicanos que nacieron entre 1960 y 1982 (Alrededor de 34 millones). Durante su infancia se vivió un Despertar Individual que hizo que la brecha entre los niños y los adultos se volviera muy ancha. En muchos lugares, incluyendo clubes y cines, la entrada a los niños estaba prohibida. La Generación X aprendió, desde pequeña edad, que había que convertirse en pragmáticos y sobrevivientes. La familia alternativa de este grupo de jóvenes se volvieron sus amigos. Las tribus se convirtieron en fraternidades.
Durante los años de la Decadencia Institucional (1983 a 2005) la economía mexicana sufrió grandes reveses. Los años de la década de los setenta fueron malos pero lo peor aun estaba por llegar. El Presidente José López Portillo decidió nacionalizar la banca mexicana en 1982. Esto fue un error estratégico de enormes consecuencias. La banca no era la culpable de la debacle económica. El único culpable era el gobierno con sus políticas que todos los días creaban más incertidumbre. Las Instituciones publicas ya no funcionaban bien.
Llego el Presidente Carlos Salinas de Gortari y la banca se privatizó de nuevo. Pero el sentir era que los bancos estaban en manos de empresarios y no de banqueros. La ambición personal y la falta de interés por los mexicanos empezaron a generar una peligrosa burbuja. Llegó el error de diciembre de 1994 y los bancos reventaron. La generación que manejaba el país en ese entonces eran los Baby Boomers (1939 a 1959). La generación que iba a pagar los platos rotos, el famoso FOBAPROA, era la Generación X.
Esto es un ejemplo de como las decisiones del pasado afectan a las generaciones del futuro. El mal manejo de las Instituciones, desde 1970 hasta el 2006, produjo la Crisis en la que viven hoy las Generaciones de México. Los platos rotos de esos años, de tantos errores económicos, no son historia: son realidad. Por eso cada decisión que se toma cuenta. Hoy mas de 34’000,000 de mexicanos han visto como su poder adquisitivo cada día es menor. La razón es que el pasado pesa sobre nuestros hombros. El pasado sigue doliendo.
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