Cultura, por: Francisco Solís Peón
Creo que esta es la tercera o cuarta vez que leo este relato. Tras una primera lectura deslumbrante en la adolescencia y una segunda un poco indiferente unos años más tarde, llega esta, más reposada, que me muestra un autor con un dominio total del relato corto de horror cósmico y creador de un universo imaginario que ha impactado y sigue influyendo en lectores y artistas de todo el mundo que siguen continuando su obra.
Considerado uno de los relatos más perturbadores de Lovecraft y elegido por los lectores de la revista Weird Tales entre los mejores de 1929, El horror de Dunwich se sitúa como una de las obras mayores del ciclo de los Mitos de Cthulhu. El argumento es conocido (se han realizado dos adaptaciones para el cine): en el pequeño y apartado pueblo imaginario de Dunwich, los Whateley son una familia aislada y misteriosa, repudiada y temida por sus vecinos. El abuelo entrega a su hija Lavinia a extraños ritos, engendrando dos hijos de Yog-Sothoth, el primigenio que aparece en esta novela. Lavinia alumbra a dos seres híbridos: uno es Wilbur, un niño extraño de una vertiginosa precocidad, y el otro es una bestia hedionda. El deseo del abuelo Whateley es invocar a Yog-Sothoth (considerado por el propio Lovecraft como el dios más importante de los Mitos de Cthulhu), que es “la puerta” para la vuelta de Cthulhu, y para ello utiliza a su nieto. Yog-Sothoth seduce a los hombres versados en la magia ofreciéndoles poderes oscuros y prohibidos. Si estos aceptan sus bendiciones, Yog-Sothoth podrá abrir un portal a su mundo para destruirlo o saquearlo. Pero la clave está en el famoso libro Necronomicon, por eso Wilbur será el encargado de ir a la Universidad de Miskatonic a consultar un ejemplar del libro, pero no sobrevive a esta visita. Al final, son los profesores de la Universidad de Miskatonic especialistas en lenguas muertas los que frustran la invasión de estas entidades impías. Esta obra de Lovecraft se configura a partir de un valioso armazón narrativo, combinando horror y mitos arcaicos, la lógica de la novela de suspenso y elementos fantásticos novedosos.
“Lovecraft tiene la habilidad de nunca describir del todo a sus Grandes Antiguos. Lo único que sugiere es que son abominables, increíbles, putrefactos, enloquecedores, ¡oh, no, por favor, “eso” no!, etc… ¿Te das cuenta? El truco consiste en que el monstruo lo pone la imaginación del lector.” Fernando Savater, Malos y Maldi
En resumen, El horror de Dunwich es un relato esencial para los aficionados a la literatura fantástica y de horror.
Darketos, emos, hipsters y demás tribus urbanas se están tardando en aprehender a través de esta obra lo que verdaderamente están buscando.