Brasil atraviesa una grave crisis ambiental debido a una escalada sin precedentes en la cantidad de incendios forestales en lo que va de 2024. Según los datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), se han registrado más de 154.000 focos de incendio en todo el país hasta septiembre, una cifra que supera ampliamente los registros de años anteriores.
La Amazonía, el Pantanal y el Cerrado son las regiones más afectadas, con incendios que devastan millones de hectáreas. En particular, el bioma amazónico concentra el 42,7% de los incendios reportados, una situación agravada por fenómenos climáticos como el calentamiento global y el impacto de El Niño.
La gravedad de los incendios ha causado no solo un impacto ambiental devastador, sino también serios problemas de salud pública, ya que el humo afecta a ciudades densamente pobladas, como São Paulo.
Las autoridades brasileñas han emitido alertas máximas y reforzado los esfuerzos de contención, aunque el daño sigue en aumento.