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Sin sorpresas

José Francisco Lopez Vargas
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Claroscuro, por: Francisco López Vargas.

Cuando se busca Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad en Google, aparece esta leyenda en Wikipedia:

Algunos sectores de la sociedad mexicana han mostrado desacuerdo con la estrategia antinarco del gobierno mexicano, iniciada en 2006. La frase Morir Mejor es una sátira sobre el eslogan de la gestión de Felipe Calderón.

El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad fue una respuesta de la sociedad civil de México a la violencia que se vivió en ese país como consecuencia de la guerra contra el narcotráfico.

El movimiento surgió después del 26 de abril de 2011, cuando el poeta Javier Sicilia —cuyo hijo Juan Francisco fue asesinado por personas vinculadas a la delincuencia organizada— llamó a los mexicanos a manifestarse contra la violencia, tanto la que producen los grupos criminales como contra la de los cuerpos de seguridad del Estado mexicano.

En su inicio, el movimiento comenzó como una Marcha por la Paz con Justicia y Dignidad que salió de Cuernavaca (Morelos) el 5 de mayo de 2011 y arribó al Zócalo la Ciudad de México el 8 de mayo del mismo año, con el propósito de manifestar los agravios que la violencia ha generado en la sociedad mexicana.

La movilización recibió la adhesión de varias organizaciones de derechos humanos y ciudadanos independientes de todo el país. Al terminar la marcha se anunció la construcción de un pacto nacional contra la inseguridad, que se firmó el 10 de junio en Juárez (Chihuahua), como conclusión de una nueva movilización a la que se llamó Marcha del Consuelo.

El movimiento pidió al gobierno mexicano que accediera a dialogar abiertamente sobre la estrategia de combate a la delincuencia organizada que, desde el punto de vista de Sicilia y otros miembros del movimiento, está equivocada.

El gobierno accedió a esa petición, de modo que el 23 de junio de 2011 se celebró el Diálogo por la Paz en el castillo de Chapultepec.

El movimiento liderado por Javier Sicilia pudo haber tenido un papel en el rechazo en 2011 de la reforma a la Ley de Seguridad Nacional, la cual hubiera concedido mayores atribuciones relacionadas con la seguridad pública a las Fuerzas Armadas de México.

El 28 de marzo de 2011 la Procuraduría General de Justicia de Morelos confirmó el hallazgo de siete cuerpos sin vida en Temixco; entre los asesinados se encontraba Juan Francisco Sicilia Ortega, hijo del poeta y periodista Javier Sicilia. Sicilia anunció su retiro de la poesía el 2 de abril, y el 26 de abril convocó a una marcha nacional para exigir un cese a la violencia que se vive en México.

El 5 de mayo de 2011, un grupo de adherentes al llamado de Sicilia inició su caminata hacia la Ciudad de México partiendo de la fuente de la Paloma de la Paz en Cuernavaca, como un acto simbólico el agua de ese surtidor fue teñida de rojo.

Al iniciar la marcha, Sicilia enfatizó que la manifestación no tenía como propósito derribar gobiernos, sino que era una exigencia para que se hiciera justicia a las víctimas de asesinatos, secuestros y desapariciones forzadas, amén de un cambio en la estrategia antinarco y el cumplimiento de la justicia para todos quienes han sido víctimas de la violencia.

La caminata pernoctó el 5 de mayo en Coajomulco, una localidad del municipio de Huitzilac, Morelos, y prosiguió su camino hacia el Distrito Federal al día siguiente.

La siguiente estación fue San Miguel Topilejo, en la delegación Tlalpan, entonces D.F., donde Sicilia enfatizó el valor del silencio como un medio para manifestar la inconformidad.

La caminata llegó a la Ciudad Universitaria el 7 de mayo, donde acamparon esa noche. En solidaridad a la caminata, se realizaron manifestaciones en algunas ciudades dentro y fuera de México, como Zacatecas, Acapulco, Morelia, Juárez y San Cristóbal de las Casas.

En este último lugar, el Subcomandante Marcos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) emitió un comunicado donde esta organización se sumó a la lucha por el cese a la violencia en el país.

También desde el extranjero se manifestó el apoyo al Movimiento encabezado por Sicilia, realizándose marchas en diversas ciudades del mundo como Paris, Montréal, Toronto, Japón, Buenos Aires, Río de Janeiro, Barcelona, Madrid, Londres y muchas más. Dichas ciudades conformaron la Red Global por la Paz en México (RGPM) que buscaba, además de apoyar al MPJD, evidenciar ante la comunidad internacional la situación de violencia e impunidad en México. (Fin de la cita)

A esa marcha de Sicilia se unieron Manuel Athié Gallo, un luchador social a favor de los Derechos Humanos de las víctimas de la pederastia clerical, y la familia LeBaron, que empezó en 2009 a raíz del secuestro y asesinato de Erik y su cuñado Lewis Widmard, por lo que sus hermanos Julian y Benjamín emprendieron una marcha de protesta por la inseguridad.

Por ello, cuando leo con vergüenza que la humanidad la estamos perdiendo en aras de justificar a un presidente. Armar un linchamiento contra los que marcharon el fin de semana por sus víctimas sólo los reduce a meros propagandistas.

¿Qué haríamos si nos matan a siete, nueve o a un pariente, amigo o ser querido? La defensa del gobierno actual dista mucho de ser inteligente, es como si López Obrador fuera intocable o distinto a lo que fueron Peña, Calderón o Fox, por hablar del presente siglo.

Calderón perdió ante Peña por esa violencia que no logró contener y menos eliminar, Peña perdió porque no sólo se empeoró la inseguridad sino porque además agregó corrupción a otros males que ya hacían crisis.

Hoy, cuando tenemos un presidente que nos dijo hasta el hartazgo durante 18 años que él sabía cómo y que él tenía la fórmula, ¿vamos a dejar que se haga pato o que acredite con hechos que sabe lo que hace y que tenía un diagnóstico certero, pero sobre todo que sí era cierto que sabía lo que decía y que él es el que nos va a dar resultados como ofreció durante tres campañas?

Hoy, dejarlo echar las culpas a otros sólo lo reduce, lo hace pequeño porque a catorce meses de gestión no sólo no hay resultados ni obra sino que miente todos los días y provoca división y más enfrentamiento.

Escucharlo pedir que se censure al pasado lo convertirá en estatua de sal, el pasado no existe más, no se puede cambiar –aunque sí juzgar-, y las culpas ahí están, pero el presente debe servir para que construyamos ese futuro que todos aspiramos, para eso se le eligió, pero fingir que no recuerda las manifestaciones, las protestas, las caravanas que llegaron antes y reclamarles que no se quejaron y que no fueron críticos pareciera una excusa muy banal para encubrir esa falta de resultados.

¿Qué ganamos con voltear al pasado si eso no sirve para construir un futuro?, ¿qué hace el presidente contra todos los que él dice fueron responsables de ese desastre?, ¿a quien ha denunciado, demandado, apresado por esa violencia y falta de resultados?

Al contrario, el presidente no hace nada contra los autores de la violencia, de las masacres. El Ejército tiene órdenes de respetarlos, de no confrontarlos. ¿A quién ha detenido su gobierno, cuánto ha decomisado de drogas?, ¿no dejó libre al hijo del Chapo y hasta a la madre le consiguió visa humanitaria?

Perdón, pero este presidente es idéntico a los otros y por ello debemos exigirle lo mismo que a los otros y más porque él dijo que sería diferente y que la justicia se haría y hoy no lo está cumpliendo…

Ya van 36 mil 685 asesinatos en su primer año, más los niños abandonados que murieron por falta de atención médica, más los adultos que padecen lo mismo: Indiferencia; el presidente López dice que la violencia es por bandas que se están confrontando, como se justificaron los gobiernos anteriores.

¿Para eso estamos eligiendo autoridades?, ¿para eso les estamos pagando y dejando que nos cobren nuevos impuestos y nuevos derechos?, ¿para eso les dimos el voto?

Nadie puede responsabilizar a López Obrador de la violencia desatada, nadie puede acusarlo de ser un presidente ilegítimo, nadie puede acusarlo de la corrupción que recibió en el gobierno, pero si podemos responsabilizarlos de no haber hecho nada para evitar que siga sucediendo, si podemos responsabilizarlo de no tener expedientes contra los autores materiales e intelectuales de esa desgracia, sí podemos responsabilizarlo del caos agravado que vemos en el sistema de salud que ya era una desgracia en muchos temas.

Los que salen a pedirnos que los elijamos para ser gobernador, diputado, senador o alcalde más si aspira a ser presidente no sólo debemos exigirle propuestas, el cómo resolverá los problemas que todos estamos padeciendo sino también que haya resultados.

Las elecciones no pueden seguir siendo la validación para que lleguen al cargo personas que no sólo no tengan el perfil sino también para que se rodee de sus amigos y familiares e incondicionales para saquear el erario, para vivir con excesos, para ser exitosos a costa del dinero público.

José Francisco Lopez Vargas
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