Durante el reciente debate entre Donald Trump y Kamala Harris, el expresidente de Estados Unidos afirmó que migrantes en Ohio están “comiendo perros y gatos”, específicamente en la ciudad de Springfield. Esta declaración, basada en rumores circulados previamente en redes sociales y propagados por figuras como su compañero de fórmula, J.D. Vance, ha sido categóricamente desmentida por autoridades locales. Según las fuentes oficiales de Springfield, no existe ninguna evidencia que respalde tales acusaciones, y describen estos rumores como “infundados”.
A pesar de las constantes refutaciones, tanto Trump como Vance han reiterado estas afirmaciones, sugiriendo que las prácticas culturales de los migrantes haitianos son las responsables de estos supuestos comportamientos. Vance incluso llegó a justificar la difusión de tales teorías como una forma de llamar la atención sobre lo que considera “fallas” en la política migratoria del país.
Las autoridades han expresado su preocupación por las posibles consecuencias de esta desinformación, ya que podría incitar a la violencia o generar actitudes hostiles hacia la comunidad migrante. A raíz de las declaraciones, Springfield ha enfrentado amenazas que llevaron a la evacuación de escuelas y otros edificios públicos.