Recientes estudios sobre los fármacos basados en análogos de GLP-1 (péptido similar al glucagón tipo 1) han mostrado resultados prometedores en la reducción de riesgos cardiovasculares. Estos medicamentos, originalmente diseñados para el tratamiento de la diabetes tipo 2 y la obesidad, han demostrado su capacidad para reducir eventos como ataques cardíacos y derrames cerebrales.
Según investigadores, los agonistas del receptor GLP-1 no solo ayudan a mejorar el control glucémico y promover la pérdida de peso, sino que también disminuyen factores de riesgo clave asociados con enfermedades cardiovasculares.