El 22 de septiembre de 2024, Sri Lanka eligió a Anura Kumara Dissanayake, un político de tendencia marxista, como su nuevo presidente. Dissanayake, de 55 años, es miembro de la coalición Poder Popular Nacional (NPP), y su victoria marca un cambio significativo en la política del país, que ha estado lidiando con una profunda crisis económica en los últimos años. El nuevo mandatario obtuvo el 42,3% de los votos, superando al líder de la oposición, Sajith Premadasa, y al presidente saliente, Ranil Wickremesinghe, quien quedó en tercer lugar.
Dissanayake, quien previamente era considerado un político marginal, se ganó el apoyo de los votantes, especialmente los más jóvenes, con sus promesas de luchar contra la corrupción y renegociar un préstamo de 3.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI), cuyas reformas de austeridad han generado descontento en la población. Además, ha enfatizado la necesidad de unificar a los diversos grupos étnicos del país para impulsar un “Nuevo Renacimiento” económico y social.
Esta elección representa la primera vez en la historia del país que la presidencia se decide en una segunda vuelta de conteo, lo que refleja lo reñido de la competencia y la incertidumbre política que atraviesa la nación.
