Grupo Elektra ha enfrentado dos golpes financieros consecutivos que han afectado gravemente su reputación y operaciones. En menos de 24 horas, la empresa de Ricardo Salinas Pliego fue degradada a grado especulativo por S&P Global Ratings, lo que la coloca en una situación de riesgo ante posibles contingencias fiscales que podrían agravarse en los próximos meses. Tras esta calificación, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) suspendió nuevamente la cotización de sus acciones debido a “fluctuaciones extraordinarias” en los precios de los valores de la empresa y la falta de información sobre eventos relevantes.
La calificación de S&P Global es un fuerte revés para Grupo Elektra. La degradación a un nivel de “BB” con perspectiva negativa indica que la empresa enfrenta múltiples riesgos, entre ellos los problemas fiscales con el Servicio de Administración Tributaria (SAT), relacionados con pagos de impuestos de años anteriores. Esta situación genera incertidumbre, ya que algunas disputas fiscales importantes, correspondientes a los años 2008 y 2013, aún están pendientes de resolución en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
S&P ha advertido que, si estos problemas fiscales se agravan, la calificación de Elektra podría bajar hasta dos niveles más, lo que reflejaría un deterioro significativo en su posición financiera y liquidez. La empresa podría enfrentar dificultades para refinanciar su deuda en mercados de crédito si la volatilidad en el precio de sus acciones persiste.
Este anuncio se suma a la reciente degradación de Fitch Ratings, que también redujo la calificación de Elektra debido a preocupaciones sobre las prácticas de gobierno corporativo del Grupo Salinas, afectando tanto a Banco Azteca como a otras empresas del consorcio, como Totalplay. Fitch también señaló que las condiciones macroeconómicas desfavorables, incluyendo una desaceleración económica y la competencia feroz, podrían debilitar aún más la rentabilidad de Elektra y afectar sus flujos de caja.
En otro frente, TV Azteca, también propiedad de Salinas Pliego, enfrenta demandas por parte de fondos de inversión estadounidenses, lo que ha derivado en un arbitraje internacional bajo el T-MEC. Esta demanda surge debido a la negativa del empresario a pagar deudas con inversionistas de Estados Unidos, y ha escalado a nivel internacional, comprometiendo aún más la estabilidad de las empresas de Grupo Salinas.
Por su parte, la BMV ha suspendido en varias ocasiones las acciones de Elektra en 2024, argumentando que las fluctuaciones del mercado son anormales y que la falta de información relevante sobre la situación de la compañía podría afectar la confianza de los inversionistas.
Este conjunto de problemas pone en una situación crítica a Grupo Elektra, afectando su reputación en el mercado y generando incertidumbre sobre su futuro financiero, mientras sigue enfrentando múltiples batallas legales y económicas.