Por Marco Antonio Cortez Navarrete
En los primeros 52 minutos de este ya miércoles 6 de noviembre escribo estas letras basado en la información de las grandes cadenas de televisión y medios digitales de EEUU, de México y diversas partes del mundo que hablan del triunfo del republicano Donald Trump sobre la demócrata Kamala Harris.
De esta forma Trump —quien regresa a la presidencia de Estados Unidos— nació en Nueva York en 1946, es empresario, político conservador, miembro del partido republicano y ex presidente de EEUU del 20 de enero de 2017 al 20 de enero de 2021.
El republicano ha manifestado en diversos momentos que de recuperar la presidencia ejercerá mano dura —específicamente con sus vecinos del sur (México)— ante la ola de migrantes de Centroamérica y Sudamericana a su país. Vale la pena recordar que Donald es el primer mandatario en la historia de Estados Unidos en ser condenada por un delito.
También Trump es el primer presidente en no ganar la reelección desde el presidente George H.W. Bush en 1992, tras perder las elecciones ante Joe Biden en 2020.
Por otra parte la gran derrotada fue la demócrata Kamala Harris, oriunda de California, con 60 años de edad, quien entró como candidata emergente ante los problemas de salud del aún presidente Joe Biden, quien en principio aspiraba a repetir como candidato para mantenerse al frente de la nación “mas poderosa del mundo”.
Es importante recordar que Kamala es la primera mujer y la primera persona afroamericana y de ascendencia india en ocupar la vicepresidencia y la funcionaria elegida de más alto rango en la historia de Estados Unidos.
En otro orden, para el gobierno de México el triunfo de Trump destaca especial interés por las diferencias políticas e ideológicas del régimen de Claudia Sheinbaum, Morena y la 4T, identificadas plenamente con una izquierda afín a regímenes sudamericanos tales como Cuba, Venezuela, Colombia y Brasil.
En su primer mes de gobierno Sheinbaum continuó fielmente con las estrategias y programas políticos de su tutor y antecesor Andrés Manuel López Obrador de quien Trump dijo: “es una buena persona pero es de izquierda” y respecto a Sheinbaum Pardo adelantó que “se que es una mujer inteligente, pero tendrá que frenar el tema migratorio y acabar con la violencia, de lo contrario aplicaré el 25 por ciento de aranceles a todos los productos que México envía a Estados Unidos, y si esto no funciona, aumentaré a un 50 por ciento y podría llegar al 75 ó 100 por ciento de aranceles”.
Especialistas mexicanos afirman a su vez que en estos momentos el gobierno de Mexico no tiene muchos aliados en EEUU y pronostican que “seremos los primeros en sufrir los embates del trumpismo del duro político republicano”.
Subrayaron que “Mexico no está preparado para esta situación y serán cuatro años muy complicados para el país”, agregaron y reiteraron la importancia de aplicar una mayor atención en temas como la Economía, la migración y la seguridad. “Sin duda habrá un panorama muy complicado para Mexico”, reiteraron.
Se reconoce que en el territorio estadounidense habrá también repercusiones por el triunfo de Trump. Según analistas de la televisión mexicana, con Trump habrá mayor empobrecimiento y más riqueza para los grandes empresarios. Citaron también temas como el Cambio climático, del cual Trump no cree haya el impacto que muchos ambientalistas aseguran.
Otro tema fundamental del éxito de Trump, donde personas como Elon Musk, donó 65 millones de dólares para la campaña de magnate neoyorquino, es que para su segundo mandato contará con más del 50 por ciento del senado y del congreso. “No habrá gobierno dividido, Trump tendrá freno”, agregaron, algo similar a lo que hoy pasa en México.
Es importante destacar que Nayib Bukele, presidente del El Salvador, fue el primer presidente extranjero en felicitar a Donald Trump. Se habla, incluso, de la creación de un eje integrado por Trump, Nayib Bukele y Javier Milei, este último presidente de Argentina.
Posdata: En su gestión de 2017 a 2021 Donald Trump mantuvo estrecha relación con otros líderes de potencias mundiales, entre ellos, Vladimir Putin, de Rusia; y Xi Jinping, de la República Popular China; y hasta con el mandatario de Corea del Norte y los jerarcas de Arabia Saudita. Es decir NO hubo guerras. Contrario a lo que hoy sucede en oriente medio donde Israel mantiene sangrienta guerra con grupos terroristas como Hezbolá y Hamas y ni que decir de la guerra entre Rusia y Ucrania que ha dejado miles de muertos por ambas partes. Trump ha dicho que con él en la presidencia en un día pondría fin a estos conflictos bélicos.