Varios líderes latinoamericanos expresaron mensajes de felicitación y disposición para colaborar con Donald Trump, luego de que se proyectara su victoria en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, celebradas el 5 de noviembre. Las reacciones incluyen declaraciones de algunos de los principales mandatarios de la región, quienes manifestaron su interés en mantener y fortalecer las relaciones bilaterales.
El presidente de México expresó su “disposición de trabajar juntos en favor de la relación bilateral” y resaltó la importancia de la colaboración entre ambos países en temas de competitividad y desarrollo.
En Brasil, el mandatario subrayó que “no cambia nada en la relación de Brasil con Estados Unidos”, enfatizando su confianza en que Trump atenderá las aspiraciones de todo el pueblo estadounidense.
Por su parte, líderes de otros países como Argentina y Colombia también enviaron mensajes de apoyo. El presidente argentino expresó en redes sociales: “Felicito a @realDonaldTrump en su triunfo y espero que podamos trabajar juntos por el bien de nuestros pueblos”. Mientras tanto, el mandatario colombiano destacó la intención de “profundizar la relación bilateral”, pese a haber respaldado previamente a la candidata demócrata Kamala Harris.
Aunque algunos gobiernos guardaron silencio, otros se pronunciaron de manera más crítica. En Bolivia, el presidente expresó su deseo de trabajar con Trump en temas de soberanía y derechos humanos, mientras que en Uruguay, el exmandatario José Mujica reaccionó con escepticismo y expresó preocupación por los posibles cambios en la política migratoria y comercial estadounidense.
A nivel regional, el triunfo de Trump plantea incertidumbres respecto a la política migratoria y comercial de EE.UU. hacia América Latina. Algunos analistas advierten que posibles restricciones en temas de inmigración y la aplicación de políticas arancelarias más estrictas podrían afectar directamente a países de Centroamérica y el Caribe, cuyo comercio depende en gran medida de Estados Unidos.
Las relaciones entre América Latina y EE.UU. bajo una nueva administración Trump dependerán de cómo evolucione la política exterior norteamericana en áreas clave como economía y seguridad, donde existen expectativas y cautela en igual medida.