La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) anunció este jueves un nuevo recorte en las tasas de interés, reduciéndolas en un cuarto de punto porcentual. Esta decisión se produce apenas unos días después de las elecciones presidenciales y marca el segundo recorte consecutivo de tasas desde que el banco central comenzó a reducir los costes de los préstamos en septiembre.
Con esta medida, la Fed busca proporcionar un alivio adicional a los estadounidenses, especialmente en el contexto de los elevados costes de crédito, automóviles e hipotecas. La desaceleración de la inflación y el enfriamiento del mercado laboral fueron factores clave que allanaron el camino para esta decisión, según fuentes del organismo.
A diferencia de la reunión de septiembre, en la cual se observó una disidencia histórica, la decisión del jueves fue tomada de manera unánime por los funcionarios de la Fed. En la reunión de septiembre, la gobernadora Michelle Bowman se opuso al consenso y votó por un recorte menor, de un cuarto de punto, en contraposición al recorte de medio punto aprobado por los demás miembros. “Me preocupaba que el recorte mayor pudiera avivar ‘innecesariamente’ la demanda, lo que podría generar más inflación”, explicó Bowman en un comunicado posterior.
En cuanto al panorama a futuro, la Reserva Federal podría realizar un nuevo recorte de un cuarto de punto en su próxima reunión. Además, los funcionarios han proyectado hasta cuatro reducciones adicionales del mismo tamaño para el año 2025. Sin embargo, estas previsiones se mantendrán sujetas a la evolución de la economía. Si la inflación comienza a repuntar, la Fed podría optar por posponer las reducciones adicionales de las tasas.
Por otro lado, los operadores financieros anticipan que el próximo año se registrarán al menos dos recortes más en las tasas de interés. Esta expectativa parece estar influida por la creencia de que las políticas del presidente electo Donald Trump, incluyendo posibles aranceles radicales, podrían reactivar la inflación en el corto plazo.
Con estos ajustes, la Reserva Federal muestra su disposición a adaptar la política monetaria al ritmo de la economía, en un contexto de cambio político y económico tras las recientes elecciones en Estados Unidos.