Menos de una semana después de que comenzara la transición de poder hacia el gobierno de Donald Trump, el presidente electo ha comenzado a formar un equipo de asesores con la designación de “zares” para asumir responsabilidades clave en áreas específicas. Esta estrategia tiene como objetivo reducir la burocracia y permitir que los nuevos funcionarios impulsen las políticas de la administración desde el primer día, sin necesidad de pasar por largos procesos de confirmación en el Senado.
Uno de los posibles nombramientos en esta línea es el de Doug Burgum, gobernador de Dakota del Norte y cercano aliado de Trump. Según informó CNN, Burgum está siendo considerado para un cargo de “zar de la energía”, en el cual lideraría la agenda energética de la administración con un enfoque interinstitucional. Este puesto le permitiría avanzar en los objetivos energéticos de Trump sin la necesidad de gestionar una gran estructura administrativa. “Es una especie de versión conservadora de John Podesta [principal asesor climático de la administración Biden]”, afirmó una fuente cercana a las discusiones.
El enfoque de Trump con los “zares” permite a estos funcionarios operar entre agencias y el presidente entrante, evitando procesos burocráticos y facilitando la ejecución directa de políticas. En palabras de una fuente implicada en el proceso, “se hace hincapié en las personas que pueden llegar y ejecutar las políticas sin estar en una lista de ‘tengo que conseguir este o aquel puesto’”. Los funcionarios seleccionados, agregó, “entrarán directamente a ejecutar la agenda del presidente”.
Además de la posible designación de Burgum, Trump ha nombrado a Tom Homan como “zar de la frontera”. Homan, quien anteriormente fue director en funciones del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), asumirá la responsabilidad de reforzar la seguridad fronteriza en varias áreas. “Me complace anunciar que el exdirector del ICE e incondicional del control fronterizo Tom Homan se unirá a la administración Trump a cargo de las fronteras de nuestra nación (‘el zar de la frontera’)”, expresó Trump en una publicación en Truth Social.
Otro posible “zar” de la administración es Robert F. Kennedy Jr., quien ha estado en conversaciones para asumir un rol de supervisión en temas de salud, agricultura y medicina. Kennedy, además, es copresidente del equipo de transición de Trump, lo que muestra su influencia en el proceso de formación del nuevo gobierno. Según una fuente cercana, Kennedy podría tener acceso directo a Trump, algo que sería fundamental para la toma de decisiones en su área de influencia. “Con Trump, todo es cuestión de proximidad”, afirmó la fuente. “Si estás en una agencia, trabajando a cierta distancia de Trump, ya estás un paso por detrás”.
Históricamente, el término “zar” ha sido utilizado para referirse a altos funcionarios responsables de resolver problemáticas específicas. Barack Obama, por ejemplo, nombró a decenas de asesores bajo esta figura para gestionar asuntos como la crisis del ébola y el cierre de Guantánamo. Joe Biden, por su parte, también ha recurrido a esta designación para enfrentar los desafíos de la pandemia de COVID-19 y de la cadena de suministro.
Con esta estrategia de nombrar “zares”, Trump espera evitar los extensos procesos de confirmación en el Senado y mantener una estructura de poder más directa y alineada con sus objetivos, favoreciendo la implementación inmediata de su agenda.
