En un relato desgarrador, familiares de Herbe Jesús Rodríguez Coello exponen una serie de eventos que describen como un presunto abuso de confianza y manipulación hacia su abuelo y otros miembros de la familia. Dicen que todo comenzó cuando Herbe, un joven que no concluyó sus estudios universitarios, regresó a Mérida desde Puebla a sus 18 años, tras abandonar su segunda carrera. Su llegada a la casa de su padre, en un automóvil Camaro 98 y con múltiples maletas, marcó el inicio de una historia que sus familiares describen como el plan de Herbe para apropiarse de los bienes familiares.
En 2014, tras el diagnóstico de cáncer de huesos de su abuela, Herbe comenzó a interferir en el cuidado de su abuela, exigiendo estar a su lado durante las quimioterapias, desplazando incluso a su propia madre, quien siempre había estado al lado de la enferma. Al fallecer su abuela, Herbe se mudó a la casa de su abuelo, instalando cámaras de vigilancia por toda la propiedad, restringiendo el acceso a la familia y controlando cada movimiento de su abuelo.
Según el testimonio familiar, Herbe presuntamente llevó a su abuelo a diversas notarías, aprovechándose de su deteriorada memoria, para firmar múltiples documentos en los que supuestamente transfería propiedades y bienes. Entre los nombres de los notarios involucrados se encuentran Pedro Solís, Luis López Martín y Alejandro Monreal Rodríguez, quienes dicen que facilitaron las transacciones. Para reforzar el control, Herbe contrató a un chofer, Jesús Rivero, quien actuaba como guardián y filtro para evitar que otros familiares visitaran a su abuelo sin su autorización.
La manipulación de Herbe hacia su abuelo y otros familiares llegó a tal punto que presuntamente falsificó documentos y firmas, moviendo fondos de cuentas compartidas y adquiriendo propiedades en Miami bajo el nombre “Sborg,” un término sentimental usado por su abuelo en referencia al béisbol. Tras la muerte de su abuelo, Herbe, quien estaba en un viaje al mundial en Qatar, regresó sin participar en el velorio, y posteriormente asumió el control de los bienes, bloqueando los intentos de sus familiares por establecer un diálogo o realizar una auditoría transparente.
A pesar de los intentos legales de la familia para recuperar lo que describen como su legítima herencia, Herbe sigue ejerciendo control sobre propiedades y recursos familiares, lo que ha llevado a la familia a un prolongado conflicto legal y emocional.