La Cámara Federal de Casación Penal, el tribunal encargado de revisar las causas en la justicia penal federal de Argentina, ratificó este miércoles la condena de seis años de prisión y la inhabilitación para ejercer cargos públicos impuesta a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. La decisión se toma en el marco de la causa conocida como “Vialidad”, en la que se acusó a Fernández de administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública.
La expresidenta no se encontraba presente en la Sala IV de la Cámara donde se leyó la sentencia, aunque previamente había anunciado que seguiría la lectura de forma remota. Fernández de Kirchner fue absuelta de la acusación por el delito de asociación ilícita, según informaron los jueces en el fallo. La sentencia actual no implica que la expresidenta deba cumplir su condena de inmediato, ya que aún queda la instancia de apelación ante la Corte Suprema de Justicia, a la cual su equipo legal puede recurrir. CNN consultó a la defensa de Fernández sobre sus intenciones de apelar esta decisión, aunque no obtuvo una respuesta inmediata.
Cristina Fernández de Kirchner reiteró su inocencia en un comunicado difundido en redes sociales. “Se vuelve de cualquier lugar menos del ridículo”, expresó la exmandataria. “Sepan que hagan lo que hagan, no van a hacerme callar. No fui ni seré nunca mascota del poder”, añadió en su mensaje, subrayando su rechazo a la condena y cuestionando la legitimidad de los cargos en su contra.
El caso “Vialidad” fue uno de los procesos judiciales más destacados contra Fernández de Kirchner, en el que se le atribuye el desvío de fondos del Estado en favor de obras viales en la provincia de Santa Cruz durante sus mandatos presidenciales (2007-2011 y 2011-2015). En diciembre de 2022, la exmandataria fue declarada culpable de “administración fraudulenta”, lo que desembocó en la actual condena ratificada por la Cámara Federal.
Este proceso y sus resultados han generado amplio interés tanto en Argentina como a nivel internacional, y ocurren en un contexto en el que el país registra la inflación más baja de los últimos tres años, marcando un momento significativo tanto en el ámbito político como en el económico para la nación sudamericana.