En una reunión ampliada del Ministerio de Defensa ruso, encabezada por el presidente Vladimir Putin, el ministro de Defensa, Andrei Belousov, afirmó que Rusia se está preparando para enfrentar cualquier escenario en su creciente confrontación con Occidente y no descarta la posibilidad de una guerra en Europa con los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en los próximos años.
Belousov basó sus declaraciones en las decisiones tomadas durante la cumbre de la OTAN en julio de este año y en documentos clave de Estados Unidos y otros países miembros de la alianza.
Por su parte, el presidente Putin enfatizó que Rusia no amenaza a nadie con su arsenal nuclear y que la modernización de su armamento debe interpretarse como parte de una “política de contención”.
En este contexto, se anunció el inicio de la producción en serie del nuevo misil hipersónico balístico Oreshnik, con un alcance de hasta 5,500 kilómetros, responsabilizando a Estados Unidos de romper el Tratado de prohibición de misiles de corto y mediano alcance y de planear la instalación de este tipo de armamento cerca de las fronteras rusas.
Putin expresó satisfacción por la “liberación” de 189 localidades en Ucrania durante los últimos doce meses y destacó que, en promedio, mil personas se incorporan diariamente al ejército ruso bajo contrato.
El ministro de Defensa informó que el ejército ruso ha “liberado cerca de 4,500 kilómetros de territorio ocupado por el enemigo” en Ucrania y que las fuerzas ucranianas controlan menos del 1% de Lugansk y entre el 25% y 30% de Donetsk, Zaporiyia y Jersón.
Además, se reveló que el gasto militar de Rusia ahora equivale al 6.3% del Producto Interno Bruto (PIB), representando el 32.5% del presupuesto federal.
Putin subrayó la importancia de gastar estos recursos de manera racional, señalando que, aunque es necesario fortalecer la defensa, también es fundamental desarrollar la economía, la educación, la sanidad y la ciencia.
