En 2024, las importaciones de Estados Unidos desde México alcanzaron un nuevo máximo histórico, sumando un total de 505.000 millones de dólares. Este incremento representa un aumento de 30.000 millones de dólares en comparación con el año anterior.
Este crecimiento en las importaciones se produce en un contexto de tensiones comerciales entre ambos países. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha impuesto aranceles del 25% a los productos provenientes de México y Canadá, y del 10% a los de China, argumentando preocupaciones relacionadas con la inmigración ilegal y el tráfico de fentanilo. Estas medidas podrían afectar significativamente el comercio bilateral en el futuro.
A pesar de las tensiones, México se ha consolidado como el principal proveedor de bienes para Estados Unidos, superando a China y Canadá. Las exportaciones mexicanas al mercado estadounidense representan más del 80% de sus envíos totales al exterior, destacando la estrecha interdependencia económica entre ambas naciones.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha buscado fortalecer la unidad nacional frente a las amenazas económicas externas. Tras negociaciones con el presidente Trump, Sheinbaum logró una prórroga de un mes antes de la implementación de los aranceles, lo que ha sido bien recibido por diversos sectores en México.
Sin embargo, analistas advierten que la imposición de aranceles podría llevar a México a una recesión económica, con una posible contracción del PIB entre el 1,5% y el 2%, y una disminución del 12% en sus exportaciones. La situación plantea desafíos significativos para la economía mexicana y su relación comercial con Estados Unidos.
La evolución de las políticas comerciales y las negociaciones bilaterales serán determinantes para el futuro económico de ambos países. La comunidad empresarial y los analistas económicos seguirán de cerca estos desarrollos, dada la importancia de la relación comercial entre México y Estados Unidos.
