En los últimos días, la Secretaría de Desarrollo Rural (Seder) ha reportado un preocupante incremento en los casos de gusano barrenador de ganado (GBG) en Yucatán. Se registraron 39 nuevos casos en 15 municipios durante la última semana, elevando el acumulado estatal.
Según datos oficiales, el monitoreo se ha extendido en al menos 23 municipios, donde se han documentado 50 nuevos casos de infestación. Las zonas del interior del estado —como Tzucacab, Tekax, Sucilá, Espita y otros— han reportado diversos episodios, en bovinos, porcinos, equinos e incluso caninos.
Las autoridades han señalado que no es necesario el sacrificio masivo ni imponer cuarentenas, siempre que se brinde tratamiento oportuno. Se han implementado operativos con filtros fitozoosanitarios, visitas a ranchos afectados y tratamientos gratuitos.
Además del impacto en el ganado, hay preocupación por su posible repercusión en humanos. En Mérida se confirmó un tercer caso de miasis humana por este parásito, con diagnóstico en un hombre de 47 años. A nivel nacional, la Secretaría de Salud ha documentado contagios humanos recientes en estados como Chiapas y Campeche, sumando ya varios casos que obligan a reforzar la vigilancia epidemiológica.
La técnica de la mosca estéril (producción de machos irradiados que no pueden reproducirse) ha sido retomada como una estrategia fundamental para frenar la plaga, replicando métodos que en décadas pasadas lograron erradicarla en amplias zonas. México y Estados Unidos aplicaron con éxito esa técnica, y actualmente se liberan millones de ejemplares estériles para romper el ciclo reproductivo de la plaga.
La Seder y dependencias federales hacen un llamado a los ganaderos para revisar constantemente el estado de sus animales, reportar cualquier lesión sospechosa y colaborar con las brigadas sanitarias. En esta coyuntura, la coordinación entre autoridades municipales, estatales y federales resulta esencial para contener un brote que podría afectar tanto la salud animal como la humana.


