El anuncio de la Feria Internacional de Yucatán Xmatkuil 2025, con su expectativa de recibir más de tres millones de visitantes entre el 7 y el 30 de noviembre, cobra una dimensión distinta cuando recordamos que fenómenos naturales extremos siguen dejando impactos trágicos en el país. Un artículo reciente reporta que fuertes lluvias han dejado al menos 20 muertos en regiones vulnerables (noticia publicada en Yahoo Noticias), una muestra clara de que no se puede subestimar la capacidad destructiva de los eventos climáticos.
El contraste entre la celebración festiva que representa Xmatkuil y la urgencia que imponen las lluvias mortales obliga a pensar en cómo se pueden anticipar riesgos, salvaguardar al público y reforzar protocolos para las ferias masivas en contextos de cambio climático cada vez más agresivo.
Desde la organización del evento se ha hecho hincapié en las actividades culturales, espectáculos y la muestra ganadera. Pero ese despliegue de diversidad también implica un reto logístico mayor en términos de infraestructura, drenaje, evacuación, comunicación de emergencias y atención médica rápida. Que el acceso sea económico—35 pesos para el público general y 45 para el estacionamiento—demuestra la voluntad de hacer accesible la feria, pero no debe restar prioridad a la seguridad.
La geografía de Yucatán, con su clima tropical y temporada de lluvias prolongadas, exige que planes de contingencia estén listos de antemano. Cabe preguntarse si la feria cuenta con sistemas de alerta meteorológica integrados, rutas de evacuación bien señalizadas, espacios techados de resguardo, equipos de bombeo ante inundaciones, coordinación con cuerpos de protección civil y capacitación al personal.
El hecho de que eventos trágicos como los reportados en la noticia se den por lluvias intensas obliga a proyectar escenarios adversos: tormentas eléctricas, vientos fuertes, inundaciones repentinas. Si durante los días de la feria llegara una tormenta severa, los asistentes deben tener información clara de qué hacer, dónde ubicarse y cómo desplazarse sin pánico.
Además, en un evento de esta magnitud con tres escenarios principales, se vuelve imprescindible que todos los recintos estén preparados con sistemas de evacuación funcionales, que la estructura arquitectónica soporte condiciones extremas y que líneas de comunicación (radios, altavoces, aplicaciones móviles) estén operantes sin interrupciones.
Es una oportunidad también para promover una cultura de prevención entre los asistentes: compartir medidas sencillas como llevar ponchos ligeros impermeables, conocer puntos de seguridad, seguir indicaciones del personal y evitar zonas de riesgo al aire libre ante lluvias repentinas.
En suma, la Feria Xmatkuil 2025 tiene todo para ser un gran éxito cultural, social y empresarial. Pero esa celebración debe ir acompañada de una visión seria de protección civil, considerando que la naturaleza puede alterar los planes y que tragedias por precipitaciones extremas siguen ocurriendo. Prepararse para lo peor no implica esperar lo peor: implica garantizar que la fiesta —y la integridad de quien asiste— prevalezcan ante cualquier imprevisto.


