Nos contaron cuentos de príncipes..Cada noche una historia de caballos galopando y castillos con balcones. Más tarde leíamos relatos de princesas.. jóvenes de sonrisas breves y largas trenzas aguardando en las ventanas, caminando por los jardines..
El cuento ha cambiado..
Aprendimos que los príncipes pueden no ser jinetes, pueden ir en coche y también andando. Son guerreros en la verdad y en el esfuerzo. Trabajan. Y buscan, aprenden, avanzan. Y cocinan, los príncipes saben hacer pasta y ensaladas de aguacate..
Supimos que no es necesario que la princesa luzca melena dorada y trenzada, puede ser también larga y morena. Que las princesas son la lealtad, creadoras y muy trabajadoras, que leen muchos libros y son muy cultas. No están a diario peinándose.
Príncipes y princesas a veces se casan, tras haberse enamorado. Y no comen perdices, o quizá sí, pero disfrutan helado de nata. Por ejemplo. Son cercanos y tienen amigos, cuidan la amistad. Tienen perros viejos a los que atienden con esmero. Son taurinos, por supuesto, y disfrutan el toreo.. ole!
Son reales príncipes y princesas. Pero reales de verdad..
He querido dedicar este cuento a todas las personas que saben vivir en la vida
Hoy especialmente a mis amigos María y Emi
A la gente de ley
Al toreo
A los cuentos infantiles
A Iris, que disfruta los cuentos infantiles
A Luis
A Carlos
Y a la amistad