Lo importante de esta historia es el cuadro. H era, y sigue siendo, un gran pintor. Julio llegó, gracias a Dios siempre llega, y aquel año llegó con él el regreso de José Tomàs. Lo dijo la artista A y tuvo razón: en aquel tren solo se escuchaban cuatro palabras. Hoy vuelve José Tomàs..
Valencia era calor, color y toreo. Regresó a las arenas José Tomás. Toreó y triunfó.. y cada alma taurina se llenó de ole, de seda, de lances. Tras esa tarde C encargó un lindo cuadro a H sobre la vuelta del matador de Galapagar. Para regalarlo a S.. después la idea nació en su corazón..
Fueron todos a El Puerto de Santa María a ver las fantasías toreras del mago. Y allí C, con gran sigilo, recogió el cuadro. Era muy hermoso. Pasados unos días, con idéntico sigilo, lo llevó a Gijón. Diego Silveti tomaba la alternativa en la corrida del siglo: José Tomás y Talavante en el cartel..
Era agosto: el que es calor y oro.
Esta es la historia de un cuadro muy viajero y de la vida en temporada taurina. Tal vez mañana narre el siguiente capítulo
Dedicado al arte
A José Tomás
A cada uno de los mencionados
A mi mago
A esa corrida del 12 de agosto
A Luis
Y a la verdad. El toreo es verdad