La modelo mexicana Fátima Bosch alcanzó el título de Miss Universo 2025, convirtiéndose en la cuarta mujer de México en obtener la corona internacional. Su triunfo ocurre en medio de una edición marcada por polémicas y confrontaciones, y ha sido considerado no sólo un logro estético, sino también un símbolo de reivindicación.
Antes de la ceremonia de la coronación, Bosch vivió un episodio que trascendió el ámbito del certamen: durante una transmisión en vivo, el director nacional del concurso en Tailandia, Nawat Itsaragrisil, la reprendió públicamente, lo que derivó en que varias concursantes abandonaran el salón en señal de protesta. Bosch comentó que se había sentido “irrespetada” por el trato recibido.
En ese contexto, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, destacó la actitud de Bosch y la calificó como un ejemplo: «Las mujeres somos más bonitas cuando hablamos y participamos». Este reconocimiento institucional subraya que la victoria de Bosch tiene resonancia más allá del mundo del espectáculo, relacionándose con los discursos sobre igualdad, visibilidad y empoderamiento femenino.
Bosch, originaria de Tabasco, llegó al certamen internacional tras coronarse como Miss Universe México 2025 en septiembre. Su formación académica y profesional también ha sido destacada: estudió Diseño de Indumentaria y Moda en la Universidad Iberoamericana y realizó estancias en Milán y Vermont.
La coronación se formalizó en el marco del certamen de Miss Universo, cuya 74.ª edición se desarrolló en Tailandia. A pesar de las tensiones previas, Bosch logró imponerse entre más de 100 candidatas y llevar de nuevo el título a México. Su victoria ha sido interpretada como un mensaje de resistencia ante situaciones de acoso o discriminación en contextos aparentemente glamorosos.
La repercusión del triunfo fue inmediata en México y en su estado natal. Miles se congregaron para seguir su desempeño; la prensa internacional recogió que el éxito de Bosch no solo corresponde a su imagen, sino también al protagonismo de su voz: «La valiente que se atreve a alzar la voz es la que hace historia», declaró ella misma.
En suma, el logro de Fátima Bosch representa una conjunción entre belleza, trayectoria profesional y compromiso social, en un momento en que la opinión pública y los medios prestan atención a cómo las mujeres ejercen su derecho a la palabra y al reconocimiento. El respaldo de Claudia Sheinbaum aporta una dimensión política a este hecho, que trasciende el concurso de belleza para hablar de identidad, representación y cambio.


