Xmatkuil, Yucatán.— La segunda corrida de la Feria Yucatán Xmatkuil 2025 registró tres cuartos de entrada en un ambiente familiar y cargado de juventud, donde la afición salió con una idea clara: el yucateco Jussef salvó la noche. Con un encierro bien presentado pero de pobre desempeño de la ganadería Tepeyahualco, el festejo tuvo emociones, tensiones y un nombre propio que se llevó los gritos: “¡Torero, torero!”.

El triunfador de Madrid, Román Collado, vivió una de sus tardes más amargas en suelo yucateco. Con su primero, “El Pis”, un toro serio pero manso perdido, el español poco pudo lucir y terminó escuchando dos avisos entre fuertes pitos.
Peor suerte tuvo con “Jolgorio”, otro ejemplar manso y deslucido. Sin opciones y sin actitud, Collado se fue pronto por la espada y, tras deficiencias con el acero, terminó escuchando tres avisos, generando una bronca monumental mientras abandonaba la plaza. El público no perdonó: lo pitó con dureza por la falta de entrega.
Jussef: entrega, banderillas y una oreja de peso
El yucateco Jussef conectó pronto con la afición. Con su primer toro, un ejemplar largo y gordo que pasaba más por huida que por bravura, dejó un espectacular tercio de banderillas, cuajando tres grandes pares que levantaron a la plaza. Con la muleta dejó detalles ante un ejemplar que no embestía, y tras una estocada delantera y un descabello certero, la gente obligó al juez a conceder la única oreja de la tarde.
La emoción del Tancredo y un cierre sin trofeos, pero con triunfo moral
Con “Lagunero”, el cierra plaza de buen trapío, Jussef arrancó con la suerte del Tancredo, dejando un momento estremecedor cuando el pitón izquierdo pasó a milímetros de su pierna. El público despertó de inmediato. El yucateco toreó variado, volvió a banderillar y parecía que se venía algo grande. Pero el toro se apagó por falta de raza.
Una estocada efectiva hacía pensar en una segunda oreja, pero el puntillero levantó al toro y éste se amorcilló. Tras cinco descabellos, el triunfo grande se esfumó.
Una noche que supo a triunfo para el de casa
Aun sin cortar más orejas, Jussef conquistó a Xmatkuil. Le faltan tardes, bagaje y oportunidades, pero lo que no le falta es actitud. Por eso la plaza entera le gritó “¡torero, torero!” obligándolo a dar la vuelta al ruedo. Al final, jóvenes de los municipios cercanos quisieron sacarlo a hombros: no hacía falta un trofeo cuando la gente lo proclamó triunfador moral del festejo.
La actitud siempre saca a flote cualquier carencia.
Nos vemos en el cierre de la Feria Xmatkuil 2025.


