Los Detroit Pistons continúan demostrando un rendimiento impresionante en la actual temporada de la NBA. Con su victoria por 122-117 contra los Indiana Pacers el lunes por la noche, el equipo alcanzó su decimotercer triunfo consecutivo, igualando así el récord histórico de la franquicia. Este resultado coloca a los Pistons a la par de sus gloriosos equipos campeones de las temporadas 1989-90 y 2003-04, quienes también lograron rachas ganadoras de 13 partidos. En contraste, solo dos años atrás, los Pistons atravesaban una crisis de resultados, marcando una racha de 28 derrotas consecutivas, un hecho que rompió récords negativos en la NBA. Hoy, la realidad es muy distinta, con un récord de 15-2 que los coloca como líderes de la Conferencia Este.
Cade Cunningham, estrella indiscutida del equipo, lideró a Detroit con una destacada actuación: 24 puntos, 11 rebotes y 6 asistencias. Al término del partido, el jugador destacó la importancia de este logro histórico: “Es increíble. Jugamos para los Detroit Pistons, hombre. Una franquicia histórica. Así que poder hacer historia para una franquicia histórica como esta… es especial”, comentó Cunningham, con evidente satisfacción.
El encuentro contra los Pacers, sin embargo, no estuvo exento de tensión. A pesar de haber dominado durante gran parte del partido, los Pistons casi permiten una remontada de Indiana. En el último cuarto, los Pacers se acercaron peligrosamente a solo dos puntos, pero Bennedict Mathurin falló un triple que hubiera emparejado el marcador a solo 11 segundos del final. Cunningham, aunque satisfecho con la victoria, no ocultó su preocupación por la casi derrota de su equipo: “No deberíamos haberles permitido volver al partido así”, comentó el joven líder de los Pistons. “Así que vean el vídeo, llénense de ganas de verlo, pero trabajen con él, aprendan de él y mejoren”, añadió, dejando claro que el equipo aún tiene aspectos por mejorar.
Otro jugador clave en la victoria fue Caris LeVert, quien desde la banca aportó 19 puntos. Jalen Duren, por su parte, tuvo una destacada actuación con 17 puntos y 12 rebotes, mientras que Jaden Ivey también contribuyó con 12 puntos en su segundo partido tras una lesión de peroné que lo había mantenido fuera de las canchas desde enero.
Por el lado de los Pacers, Pascal Siakam fue el máximo anotador con 24 puntos, pero el equipo se vio mermado por las ausencias debido a lesiones, especialmente la de su estrella Tyrese Haliburton, quien aún se recupera de una ruptura del tendón de Aquiles. Los Pacers, que atraviesan una racha negativa, han perdido diez de sus últimos 11 partidos, dejando su récord en 2-15.
Durante la primera mitad, los Pistons mostraron su eficacia ofensiva al superar a Indiana 36-23 en el segundo cuarto, estableciendo una ventaja de 71-55 al descanso. Detroit brilló en el tiro de campo, con un impresionante 58.5% de aciertos y siete triples convertidos de 14 intentos. A pesar de la remontada en el último cuarto, los Pistons se mantuvieron firmes y lograron cerrar el partido con una ventaja de 122-117, asegurando su decimotercer triunfo consecutivo.
Este triunfo no solo es un reflejo de la calidad individual de jugadores como Cunningham, sino también del sólido trabajo colectivo que ha llevado a los Pistons a ser uno de los equipos más temidos de la liga. Con una racha histórica y el liderazgo de su joven estrella, Detroit está demostrando que su regreso al protagonismo está más cerca que nunca.


