CÓMO ORDENAR TU VIDA
Alumnos de las escuelas secundarias Fabián Vallado y Técnica No. 12 de Espita participaron en la cuarta jornada de prevención de la salud que organiza la agrupación “Por Espita”, una clase práctica de cómo organizar sus vidas, conocer sus objetivos, y prepararse para enfrentar el futuro, y así también conocer los derechos sexuales y los derechos de los niños.
En la secundaria federal, el maestro Joaquín Torres los enseñó a utilizar una herramienta japonesa, el Ikigai, que básicamente emplean los japoneses para delimitar y encontrar su razón de vivir y cómo conformar sus planes de vida. El docente pidió a los alumnos escribieran su sueño, el cómo se veían ellos en años posteriores.
Descritos los sueños, les explicó como podrían ellos entender la vida, cuál es la diferencia entre un sueño y una meta, o una razón de vivir, y cuál es también la diferencia al escribirlo. Un sueño, les dijo, se queda siempre en tu cabeza, en tu corazón, en tus anhelos, pero el escribirlo puede ser más objetivo y ayuda a encontrar cómo lograrlo.
El maestro dijo que el Ikigai tiene cuatro esferas y pidió a los alumnos que escribieran una lista de las cosas que ellos aman, cosas que para ellos sean las que más aprecian. La primera esfera es lo que tu amas; la segunda son las cosas que que sabes son buenas, cosas que haces como jugar fútbol o estudiar matemáticas, etc. La tercera es lo que necesitas, las necesidades que hay en el mundo en general, y cuarta, es lo que puedes recibir como remuneración.
En la confluencia de esas cuatro esferas, si combinas lo que amas con lo que eres bueno, entonces ahí una pasión; si tu combinas lo que eres bueno con lo que vas a recibir de remuneración, ahí tiene tu profesión; si tu combinas lo que amas con lo que necesita el mundo, esa es tu misión, y si tu combinas lo que el mundo necesita con lo que que vas a recibir de remuneración, es tu vocación. Así, tu ya tienes cuatro listas que comenzarás a ver de manera panorámica y comenzarás a darte cuenta que es tu pasión, que es tu misión, que es tu profesión y qué tu vocación, y uniendo esas cuatro tu puedes relatar cuál es tu sentido de vida, cuál es tu razón de vivir.
Varios de los adolescentes participantes tienen bastante claro que es lo que quieren ser, que piensan hacer, qué van a estudiar y a qué quieren dedicarse, y otros mostraron sus habilidades hacia la electricidad, por ejemplo, y de esa manera fueron armando y enfocando en qué pueden y deben esforzarse para comenzar a tener su plan de vida.
La segunda parte fueron preguntas y respuestas, entre ellas acerca de las relaciones interpersonales y la sexualidad, y también se habló de cómo ellos pueden prevenir los riesgos que tienen como adolescentes. Se les advirtió que siempre deben fijarse por dónde han estado andando, qué hicieron y se pusieron en riesgo.
Los riesgos más comunes son las adicciones a drogas, adicciones a la tecnología, a juegos y además los clásicos que ya existen como el cigarro y el alcohol. Además de las drogas se les habló de la prevención de esos flagelos y al final se les recordó cuál es el ciclo de vida de la pareja, de la familia y del noviazgo: boda, unión, hijos, nido vacío y, después, el enfrentamiento a la tercera edad, y luego la muerte,
En la Fabián Vallado, en ésta penúltima sesión de trabajo, las facilitadoras María Jesús Ocaña y Daniela Rangel platicaron con los alumnos sobre los derechos sexuales y los derechos de los niños.
El grupo presentó distintos matices de participación, había en él una mezcla de curiosidad y legitimación, poniendo orden a sus ideas. La mañana comenzó con una serie de preguntas exprés, que obtuvieron respuestas con la misma prontitud:
¿Qué es Derecho?… Es algo que te pertenece y nadie te lo puede quitar.
¿Cómo hacer respetar nuestros derechos? … Poniendo límites.
Los participantes trabajaron luego, en conjunto, en la construcción de conceptos básicos, como Identidad y respeto a sus vidas, conocimiento de su derecho a tener una familia, saberse protegidos con casa, educación, comida y ropa.
Parte importante fue que entendieran su compromiso de proteger y hacer respetar su cuerpo, su intimidad y el derecho de obtener información clara sobre su sexualidad. Cerraron concluyendo que es el Amor, el principal elemento para proteger y hacer respetar su identidad, sexualidad y la información necesaria para aprender.
Los alumnos hicieron un ejerciendo llamado
“Salto de Confianza”: Una adolescente, representando a todas las mujeres de la escuela, subió a una mesa y se dejó caer de espaldas esperando que sus compañeros las recibieran para no caer al suelo, y así ocurrió, fue una experiencia con gran sentido humano, al solicitar que la levantarán en brazos dos de sus compañeros, y ahí se sumó al grupo de chicas adolescentes que la lograron levantarla. Algunas rompieron en llanto con la experiencia.
Una de las adolescentes se negó a participar, a involucrarse con sus compañeras… trascendió que es objeto de abuso y ha perdido la confianza, pero, se dijo, no es la única en la escuela que enfrenta ese problema. Fue notorio el respeto y participación de los varones adolescentes hacia y con sus compañeras.
Al concluir el taller los alumnos calificaron con 10 la clase recibida de María Jesús y Daniela.


