Se observa una marcada mejoría en el mercado laboral de Yucatán, según los datos recientes publicados por un medio local. La encuesta reporta que “más de 6 mil personas dejaron la condición de desempleo durante el último año”, con una distribución de 53 % mujeres y 47 % hombres.
Gracias a esa recuperación, la tasa estatal de desocupación se redujo de 2.1 % al nivel actual —una disminución significativa que refleja la incorporación al empleo de un número relevante de personas.
Estos resultados coinciden con otros reportes oficiales: de acuerdo con la INEGI, durante el tercer trimestre de 2025 la tasa de desocupación en Yucatán fue de 1.5 %, cifra inferior a la del mismo periodo del año anterior.
No obstante, aunque la baja en el desempleo parece una buena señal, el reto de la informalidad laboral persiste: una porción considerable de la población ocupada se encuentra en condiciones laborales vulnerables, lo que sugiere que la recuperación no necesariamente implica seguridad laboral plena.
En conclusión, los registros más recientes muestran que Yucatán atraviesa un periodo favorable en cuanto a generación de empleo y reducción del desempleo. Sin embargo, también resaltan que el desafío de formalizar las plazas laborales sigue latente, para que el progreso se traduzca en mejoras reales para trabajadoras y trabajadores.


