La ceremonia del sorteo del Copa Mundial de la FIFA 2026, celebrada este 5 de diciembre en el Centro John F. Kennedy de Washington D.C., marcó un momento simbólico y diplomático al reunir por primera vez en persona al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y al primer ministro de Canadá, Mark Carney. Los tres mandatarios ocuparon los podios correspondientes a sus naciones anfitrionas en el sorteo y fueron los encargados de extraer las primeras bolas que determinaron la conformación de los grupos.
Sheinbaum destacó con orgullo que México se convertirá en la primera nación en albergar tres ediciones de la Copa Mundial de Fútbol, tras 1970 y 1986, y celebró la ocasión con entusiasmo. “Estamos orgullosos, orgullosas, de recibir por tercera vez la Copa Mundial. México es un país extraordinario, bello, mágico y millones visitarán nuestra nación”, expresó la mandataria durante su intervención.
Por su parte, Trump recordó sus propios recuerdos de infancia ligados al fútbol, confesando que sus primeras experiencias con el deporte datan de cuando veía a Pelé jugar, y felicitó al presidente de la FIFA por la organización del evento, además de celebrar los récords de venta de entradas alcanzados hasta ahora.
Tras el sorteo, los tres líderes compartieron un momento de camaradería en el palco: conversaron, sonrieron y protagonizaron una imagen histórica juntos, un gesto con fuerte carga simbólica dado el contexto internacional.
El sorteo determinó además que el partido inaugural del Mundial enfrentará a la selección mexicana con Sudáfrica en el Estadio Azteca, lo que representa un regreso al mítico escenario mundialista.
Más allá del ámbito deportivo, la ceremonia fue interpretada como un espacio de encuentro diplomático entre las tres naciones anfitrionas, en un momento en que temas como el comercio, la migración y la cooperación regional cobran relevancia.


