La situación en la posición de mariscal de campo para los Indianapolis Colts se agrava aún más con la más reciente lesión de Riley Leonard, quien había asumido el puesto tras la baja por temporada de Daniel Jones.
Leonard, seleccionado en la sexta ronda del draft procedente de Notre Dame, reportó molestias en una de sus rodillas el lunes por la mañana, según informó el entrenador Shane Steichen. La naturaleza de la lesión no fue detallada, pero el equipo médico ya se encuentra trabajando en su evaluación. Al ser consultado sobre si se espera que Leonard esté disponible para el próximo partido frente a los Seattle Seahawks, Steichen declaró: “Esa es la esperanza. Veremos cómo evoluciona”.
El quarterback no manifestó señales de lesión durante el encuentro del domingo, donde ingresó en la última jugada del primer cuarto. Completó 18 de 29 pases, acumulando 145 yardas y una intercepción. Su desempeño, aunque limitado, representaba una esperanza tras la salida de Jones, quien sufrió una rotura del tendón de Aquiles.
La confirmación de la lesión de Jones fue emitida por el mismo Steichen, quien indicó que la cirugía está programada para finales de esta semana. “Es una lástima”, lamentó el entrenador. “Uno de los jugadores más duros con los que he trabajado”. Jones finaliza contrato en marzo y, aunque la franquicia tiene intenciones de retenerlo, la lesión podría influir en las decisiones contractuales.
La situación de los Colts es especialmente delicada debido a que Leonard es el único mariscal de campo sano en la plantilla activa. El equipo podría recurrir a una o más incorporaciones esta semana, dependiendo de la evolución de Leonard. El veterano Brett Rypien, actualmente en el equipo de prácticas, podría ser ascendido.
A esta crisis en la posición de quarterback se suma un nuevo problema defensivo: el esquinero Charvarius Ward fue ingresado en el protocolo de conmociones cerebrales tras reportar síntomas el lunes. Esta sería su tercera conmoción de la temporada, lo cual incrementa la preocupación en el cuerpo técnico. Ward ya había sufrido un fuerte golpe en octubre, durante una colisión accidental con el ala cerrada Drew Ogletree, que lo dejó inconsciente. En una entrevista reciente, el jugador confesó: “Estuve mareado durante casi un mes”, y añadió: “Dudaba si volvería a jugar al fútbol americano. ¡Qué miedo!”.
La baja potencial de Ward se suma a la ya confirmada del esquinero Sauce Gardner, dos veces All-Pro, quien continúa fuera por una lesión en la pantorrilla.
Con múltiples jugadores clave fuera por lesión, los Colts se enfrentan a una difícil recta final de temporada, con interrogantes importantes en las posiciones más críticas del campo.


