El gobierno mexicano, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), ha reconocido un adeudo de agua con Estados Unidos y confirmó su disposición a negociar para alcanzar un acuerdo diplomático, respetando el derecho al agua establecido en la Constitución del país.
Durante la conferencia matutina, Roberto Velasco, subsecretario para América del Norte y quien hoy representa a la SRE, detalló que el volumen pendiente asciende a “poco más de mil millones de metros cúbicos de agua”. Informó que este martes por la tarde se celebrará una reunión virtual con funcionarios estadounidenses con el objetivo de “exponer las limitaciones de la infraestructura mexicana para poder proporcionar agua y los volúmenes”.
Velasco afirmó que la instrucción presidencial es «tratar de llegar a un acuerdo, pero por supuesto respetando un tema que es fundamental, que está en nuestra Constitución, que es el derecho humano al agua». Añadió que ese derecho —es decir, “el derecho de las personas a tener agua para consumo humano en las ciudades”— “no podemos tocar”.
La postura del gobierno mexicano ocurre en un contexto de presión diplomática por parte del gobierno de Donald J. Trump, quien advirtió que, de no cumplirse con la entrega acordada de agua, podría imponer un arancel del cinco por ciento sobre productos mexicanos.
Con este anuncio, México busca conciliar sus obligaciones internacionales bajo el Tratado de Aguas de 1944 con la necesidad de garantizar el abastecimiento suficiente para consumo humano en su población, reconociendo las limitaciones actuales de su infraestructura hidráulica.
El resultado de la reunión de este martes será clave para determinar si se alcanza un acuerdo que compense el adeudo sin comprometer el acceso al agua en territorio nacional.


