Por: Luis Repper Jaramillo*.
lrepperjaramillo@yahoo.com
Luego del 6 de junio, flores y “floreros” serán desechados
Flor, mejor parte y más
escogida de “algo”. Fruto del brote de muchas plantas de colores.
Florero, RECIPIENTE cuya
función sólo es ORNAMENTAL. ¿Su razón? Albergar flores.
Sirven como centro
de mesa o pequeños ADORNOS para DECORAR nuestra casa u oficina.
Las anteriores
definiciones nunca habían tomado tanta relevancia hasta que llegó a Palacio
Nacional la Transformación de 4ª, con el empresario de Morena Andrés Manuel
López Obrador, cuyo negocio familiar creó, políticamente correcto, el término florero
para designar a los miembros de su Gabinete y administración federal, por la
sencilla razón que cada uno ocupa una oficina como mero adorno, pues su función
está coartada, condicionada a decisiones tomadas desde Palacio Nacional. No hay
autonomía de gestión, ni libertad de acción, que resuelva las demandas y
necesidades de la población.
Los “floreros más
leales ciegamente” dañan la gobernabilidad del país y a la población. Entre
ellos, el secretario de Salud, Jorge Alcocer, que por su pasividad, omisión,
irresponsabilidad, incapacidad, ineptitud -de la mano con Hugo López Gatell-
permitieron al administrador general de México (porque no gobierna) Andrés
Manuel, reducir presupuestos anuales de salud, que impactaron en la suspensión
de atención especializada, medicamentos, quimioterapias, aplicación de
reactivos oncológicos a niños con cáncer.
No se diga, el
tema COVID 19, que por la reacción tardía a la alerta mundial de la OMS
ha provocado la muerte de 241 mil mexicanos (leyó bien, 241 mil) no atendidos
con prontitud, diligencia, humanidad. La compra de antivirales tardó más de 6
meses, mientras fallecían miles y se contagian (al 4 de junio) 2 millones 426
mil 822 (cifras oficiales de la SSA). No fue por falta de dinero, sino por
“valemadrismo”, fetichismo, soberbia, omisión (que es delito federal en
funcionarios públicos). La historia es conocida, aquí la hemos denunciado
insistentemente. ¿Floreros, Alcocer y Gatell? Sí.
Otro ejemplo de
decoración oficial, el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero,
quien está más ocupado en cuidar las espaldas de López Obrador, acatar ciegamente
sus ordenes de persecución, hostigamiento, bullying, a los “enemigos políticos”
(fantasmas) del Peje, que en perseguir, desarticular, detener y acabar con la
delincuencia organizada, que en los 5 primeros meses del año (enero/mayo) ha
asesinado a 11 mil 595 personas.
Ni la Guardia
Nacional, Ejército, Marina, menos FGR son capaces de controlar y acabar con las
mafias. ¿Floreros? Sí, porque los mexicanos además de pagar sus sueldos, ¡¡también
ponen los muertos!!
Mientras esto
sucede, en el campo y poblaciones, el florero mayor, Andrés Manuel,
condesciende, cobija, convive con las cabezas de la delincuencia organizada…
¡¡Qué, no!!
Con Ovidio Guzmán
López, Consuelo Loera Pérez (abuela de Ovidio y madre de El Chapo), Aureliano
“El Guano” hermano y lugarteniente del narco, comparte el pan y la sal
(taquiza), en una fiesta familiar por el onomástico del Jr. en Sonora, tierra y
propiedad de la mafiosa familia. “Ellos también tienen Derechos Humanos y hay
que respetarlos”, dijo en “chacaleo” López Obrador, cuando campesinos de
Guerrero pedían la persecución, detención y castigo a sicarios, gatilleros,
gavilleros que asolan la montaña del Estado. ¡¡más clara la colusión!!… ¿No
verdad?
Existe un adorno
muy cuestionado, funcionaria pasiva, complaciente, ciega leal. Se conoce como
el “Florero de Bucareli”, que cobra y descansa como Secretaria de Gobernación,
Olga Sánchez Cordero, cuyo palmarés y experiencia como Ministra de la Corte,
deja mucho que desear al frente de la oficina que debe coordinar la política
interna de México. Pero no lo hace.
En el pasado
reciente (priismo y panismo) esta dependencia fue la más influyente, capaz,
negociadora, pactadora de la vida político/partidista/electoral. Era el
equilibrio de fuerzas, a la vez, protectora del mandatario federal en turno.
Gobernación y su titular fueron, práctica mente la antesala para empoderarse en
Palacio Nacional (presidencia de la república).
Hoy, “Olguita” en
Bucareli ha convertido en Oficialía de Partes de la Transformación de 4ª a la
otrora poderosa dependencia temida, respetada, por partidos políticos, grupos
sociales inconformes, gobernadores, presidentes municipales, legisladores y
políticos prepotentes, caciques, miembros del gabinete, etc. ¡¡Vamos hasta por
Gustavo Díaz Ordaz, quien obedeció ciegamente a Luis Echeverria Álvarez
(secretario de gobernación, 1968) para autorizar el ataque, la masacre del
Ejército y halcones (grupo paramilitar) a los estudiantes en la Plaza de la 3
Culturas, en Tlatelolco, la fatídica y perversa noche del 2 de octubre de 1968.
De ese tamaño era la influencia del secretario de Gobernación.
Pero volvamos al
“florero de Bucareli”, quien -se supone- tiene la facultad y obligación de
aplicar lo que se llama gobernanza -cuando hay autonomía de gestión y
respeto a la Constitución- que no es el caso. Gobernanza es la forma de
gobierno basada en la interrelación EQUILIBRADA del Estado, la sociedad civil,
para lograr desarrollo económico, social, político e institucional estable.
Pero resulta que
con la Transformación de 4ª (léase López Obrador) el anarquista no permite
operar a “Olguita” pues toma TODAS las decisiones (el poder en un solo hombre)
e impone sus caprichos. Desde luego no existe en México equilibrio, el Dictador
dispone qué hacer, por ello el país no crece, no desarrolla economía, sigue en
recesión, políticamente esta enconado, enfrentado, divido. Ni hablar de
estabilidad institucional cuando él se erige en el Estado “están con la
Transformación de 4a o están en contra de la Transformación de 4ª” amenazó a
los mexicanos en una mañanera.
Por si no lo sabe
Sánchez Cordero, le recuerdo que gobernanza, es el arte de gobernar que propone
como objetivo lograr el bienestar de la población en todas sus formas. Desde
luego no lo sabe. Pues en lo que va del sexenio de López Obrador 10 millones
200 mil mexicanos de clase media pasaron a estatus de pobreza y pobreza
extrema. Más desempleo, inseguridad, ¿sanidad? siguen muriendo miles por COVID,
niños con cáncer, etc. ¿esto es bienestar?
En lo que va del
sexenio, la Secretaría de Gobernación no ha operado la civilidad política, los
partidos hacen lo que quieren. Mafiosos y corruptos forman agrupaciones,
partiduchos: Redes Sociales Progresistas, propiedad de Elba Esther Gordillo (ex
dueña del PANAL), cuyo presidente es Fernando González Sánchez, yerno de
la maestra.
Fuerza Social por
México, otro remedo de partido, empresa regenteada por Pedro Haces, compadre,
amigo y socio de López Obrador. Un remedo politiquero que pastorea el Senador
por Morena, Haces Barba, cuyo valor agregado para El Peje, es el liderazgo del
sujeto de una cosa llamada Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados
de México, CATEM, (copia chafa de la otrora poderosa CTM priista) que le daría
a Morena y rémoras votos corporativos, prohibidos por la Ley Electoral.
Además, a
“Olguita” se le va de las manos la coordinación y equilibrio de la vida
partidista, pues además de las dos monsergas mencionadas un tercer bodrio
revive de sus pellejos. El que fuera Partido Encuentro Social (PES), que
perdiera en 2018 su registro nacional por no alcanzar el 2.5% de votos en la
elección, con artimañas, larvismo, putrefacción y ardid político, retomo sus
siglas, pero cambio de Social a Solidario, y se enredó como lapa a Morena. Una
vergüenza que “el florero de Bucareli” ni idea tiene cómo controlar.
El hecho real es
que la ex Ministro de la SCJN, hoy “florero” de la Transformación de 4ª, tiene
la gran oportunidad -por orgullo, dignidad, ética, honor- de dimitir al cargo,
que le quedó demasiado grande, no por el reto, sino por la sumisión, inmoralidad,
enanez, de dejarse mangonear por López Obrador. Ella tiene más calidad
profesional, capacidad, habilidades, equilibro mental, que su jefe, quien tardó
14 años en obtener un titulo profesional y con lamentable promedio.
Sánchez Cordero
esta en el ojo del huracán. Su incapacidad administrativa, candidez, bonhomía,
buena voluntad, no son cualidades o perfil profesional para desarrollar y
encausar la política interna del país. Ahí se requiere secretario con “tamaños”
como Don Jesús Reyes Heroles, Enrique Olivares Santana, Fernando Gutiérrez
Barrios, Mario Moya Palencia, Juan Camilo Murillo, pero no una “buena persona”.
López Obrador
adelantó, que pasada la elección del 6 de junio, hará ajustes al gabinete
legal, seguro contempla el relevo del “florero de Bucareli” Lo malo, se
especula, que entrará al quite el “útility”, “ajonjolí de todos los moles”,
otro sumiso y ciego leal, llamado Alejandro Encinas, que ni para bien o para
mal, sacará del atolladero a la vergonzante Secretaría de Gobernación, que no
deja funcionar López Obrador.
La realidad es que
la Transformación de 4ª no tiene operadores políticos. Su mesías es el
todólogo, inculto, inútil, incapaz, soberbio y esquizofrénico, anarquista de poder.
*Miembro de los
Grupos Editoriales Digitales, latitudmegalopolis.com, portalhidalgo.com,
grupometropoli.net, radioexpresionmexico.com, mexiconuevaera.com