“El trabajador solo respetará la máquina el día que ésta se convierta su amiga, reduciendo su trabajo, y no como en la actualidad, que es su enemiga, quita puestos de trabajo y mata a los trabajadores”
Émile Pouget (1860-1931), anarcosindicalista francés
EL FIN DEL TRABAJO Y EL VOTO A LA IZQUIERDA
Por. Edmundo Rene Verde Pinzón.
Colaboraciones de Christian Alexander Verde Cabrera y Patricio Ávila Basulto
Ahora nos toca vivir una nueva disrupción, primero fue el desarrollo de la agricultura y después el de la industria, que permitió el desarrollo de las ciudades y de las maquinas.Estos ciclos en la historia donde se produce una súbita disrupción en un termino muy corto de tiempo produce que la sociedad se reestructure a sí misma, cambia su perspectivadel mundo, sus valores, su organización política y social, su cultura y sus instituciones, se desarrolla un nuevo sistema y las nuevas generaciones no pueden siquiera imaginar el mundo en que vivieron sus ancestros.
En estos momentos estamos viviendo una disrupción así. En muchas ciudades gobernadas por la izquierda se puede evidenciar la aparición de una nueva sociedad que privilegia la desvalorización del capital. En este sentido lo que conocemos como el mundo después del capital “ELPOSCAPITALISMO” nos sugiere una ruta diferente almercado de capitales, una automatización categórica de la producción, la disolución de nexo entre el trabajo y los salarios y la información compartida.
Recordemos que la Revolución Industrial detono el movimiento lúdico a principios del siglo XIX cuyo objetivo era impedir la sustitución de los mecanismos de trabajo habituales por máquinas, desarrollando las primeras ideas comunistas ante el temor a la perdida masiva de empleos derivados de la producción en serie, trasladando los obreros sus temores en contra del capitalista, mediante la idea de que el desplazamiento de trabajadores por el uso de las maquinas es una “forma social de explotación”. Toda vez que, “en cuanto máquina, el medio de trabajo se convierte de inmediato en competidor del propio obrero”, Sin duda un análisis derivado de la genialidad de Marx.
Ahora bien, como en los tiempos del “Ludismo” y el“Cartismo” que expresaban la agitación de la clase obrera debido a los cambios derivados de la Revolución Industrial, estos movimientos sirvieron de plataforma para el auge del “Marxismo”. Ahora la coyuntura económica de la era del “POSCAPITALISMO” y el desarrollo de la IA traerá en consecuencia una solidaridad en contra del desempleo, la historia tiende a repetirse y a partir de ahí el voto a la izquierda se explica solo. Veamos:
En “La situación de la clase obrera en Inglaterra” (1845) Engels señala que la clase obrera “resistió violentamente la introducción de las máquinas”. consecuencia inmediata para la obtención del derecho de libre asociación en sindicatos y uniones obreras que se formaron en todas las ramas industriales para “proteger al obrero aislado contra la tiranía y la incuria de la burguesía”
En “Miseria de la Filosofía” (1847) Marx señala que “las condiciones económicas transformaron primero a la masa de la población del país en trabajadores. La dominación del capital ha creado en esta masa una situación común, intereses comunes”
En el “Manifiesto del Partido Comunista” (1848) Marx y Engels advierten que: “el avance tecnológico tendía a borrar las diferencias y categorías que dividían a los trabajadores, al tiempo que reducía los salarios a un nivel bajísimo y uniforme, como resultado de lo cual tendían a uniformarse los intereses y las condiciones de vida dentro del proletariado”
Marx señala en “EL CAPITAL” (1867) que la lucha entre el capitalista y el asalariado “principia con la relación capitalista misma, y sus convulsiones se prolongan durante todo el período manufacturero. Pero no es sino con la introducción de la maquinaria que el obrero combate contra el medio de trabajo mismo, contra el modo material de existencia del capital. Su revuelta se dirige contra esa forma determinada del medio de producción en cuanto fundamento material del modo de producción capitalista”.
De lo anterior puede válidamente colegirse que la lucha de los trabajadores contra las maquinas no es nada nuevo. La Revolución Tecnológica predice un avance imparable de la Inteligencia Artificial y la Robótica, que tomarán los empleos desplazando a los humanos y tendría como premisa el hundimiento en los costos de producción, iniciándose con ello el fin del trabajo.
Ahora bien, contrario a los miedos de la percepción social, una iniciativa japonesa afirma que si la creación de conocimiento a partir de la información la realizan los humanos en la Sociedad 4.0, en la siguiente fase de la sociedad humana, la harán sobre todo las máquinas, a través de la Inteligencia Artificial, pero al servicio de las personas. Dicha iniciativa señala que de acuerdo con la evolución social esta se ha dividido en la Sociedad 1.0 de caza y recolección; la Sociedad 2.0, agrícola; la Sociedad 3.0, industrial; y la Sociedad 4.0, de la información. Esta visión integraría al ciberespacio (información) y el espacio físico (realidad) que ha de conformar la Sociedad 5.0, centrada en los humanos. El concepto parte del objetivo o deseo de usar la tecnología para crear un futuro mejor en un horizonte de 10 a 15 años a partir de ahora, en que estos desarrollos van a afectar a todos los sectores de la economía y de la sociedad. A decir de esta iniciativa, la transformación digital del Internet de las Cosas, la IA, la robótica, blockchain y el manejo de datos masivos, se va a expandir para todo evento, va a cambiar las premisas en las que la sociedad se basa.Automóviles autónomos, pulseras inteligentes y otras aplicaciones digitales se podrán aplicar al ámbito de la salud, de la educación, de la economía y de todas las cosas. En este sentido, el 5G cobra un papel fundamental para transformar la sociedad del futuro como una herramienta que asegura una conectividad en tiempo real para la innovación en todo tipo de sectores de la industria.
Pero este panorama de bienestar esta acompañado de una masiva perdida de empleos, mas que utópico el futuro luce distópico. Desde la que es probablemente la primera película de robótica apocalíptica, “Metrópolis” (1927) de Fritz Lang hasta “I am a mother” (2019) de Grant Sputore. La percepción es que iremos de la servidumbre robótica, que violaría las leyes de Asimov, a las inteligencias artificiales que tomarían consciencia y que, para protegernos de nosotros mismos nos destruirían. Ya los animes japoneses nos presentan la cuestión de lo tecnológico en la imagen de los ciborgs, planteados como la brecha entre los seres humanos y la cibernética. El imaginario colectivo ha visualizado esta disrupción desde sus expresiones artísticas.
Lo cierto es que a medida que los ordenadores mejoran sus habilidades, las TICS pronto lograrán automatizar más empleos de los que la sociedad está preparada para asumir, lo que hará innecesaria la labor humana. [ Esperemos que las máquinas no nos eliminen “accidentalmente”]. Sin embargo, la cuestión de la (IA) es mucho más compleja, los avances más asombrosos de la informática como los vehículos que se conducen solos, y los ordenadores que han vencido a los ajedrecistas de primer nivel se ha logrado con sistemas informáticos inteligentes que parece han mejorado nuestras vidas, lo que hay que definir es cual será el costo.
El Foro Económico Mundial, estimó que el avance de la IA,llevaría a la pérdida de cinco millones de empleos para 2020, pero esta predicción fue sin pandemia, la realidad fue abrumadora, según la organización internacional del trabajo, el Covid-19 destruyó 255 millones de empleos en 2020 , de los cuales América Latina sufrió con una pérdida de 39 millones de trabajadores, de estos, se estima que el 54.4% fueron mujeres; de igual manera el (FEM) afirma que sólo en el segundo trimestre de 2020 se perdieron horas de trabajo equivalentes a 495 millones de empleos.
Según el (FEM)Los trabajos más repetitivos se reducirán del 15,4 % al 9 % de la población activa en el año 2025, las profesiones emergentes pasarán del 7,8 % al 13,5 %, se estima que 85 millones de empleos se trasladarán a las máquinas y que se crearán 97 millones de nuevos roles más adaptados para el futuro laboral, distribuido entre humanos, robots y algoritmos. Con estos números nos dirigimos hacia la Revolución Industrial 5.0 y la extinción del Homo Laboris.
Este escenario ya ha pasado a la tribuna política, la socialista luxemburguesa Mady Delvaux ha planteado el dilema jurídico de la responsabilidad de los daños causados por un robot en caso de accidente o sobre la protección de los datos que acumulan las máquinas. El socialista francés Benoît Hamon, el Socialista Sergio Gutiérrez Prieto y Bill Gates promueven gravar los robots con un impuesto que compense los puestos de trabajo que pierdan los humanos con la reconversión digital.
No estamos lejos, la automatización ya ha eliminado a las profesiones cuya labor puede ser asumida por las máquinas y generar una gran reducción de costes. A su vez, empiezan a aparecer las profesiones del futuro próximo ligadas al uso de las TIC, big data, machine learning como el desarrollo de aplicaciones, científicos de datos y analítica web. Mientrastanto se realiza en varios sectores económicos la transición hacia la sustitución de la manufactura y mente factura por robots. Los trabajos que más resistirán a la revolución robótica serán aquellos más centrados en el conocimiento y la sociología o antropología social, como los profesores, los trabajadores sociales, abogados, profesionales de la salud, políticos o artistas.
El avance del POSCAPITALISMO es el avance de las democracias sociales, la caída en el número de horas trabajadas en el sistema salarial, el aumento en la cantidad de tiempo dedicado al ocio sin valorización del capital a través de la extracción de datos y el incremento de la actividad realizada en el marco de instituciones no mercantiles. En consecuencia, la sociedad reacciona hacia las políticas que rechazan el sistema neoliberal, sistema al que culpan (como subconsciente colectivo) del avance del desarrollo tecnológico que les ha causado pobreza y deciden ejercer su voto hacia la izquierda que les garantiza sus empleos al largo plazo mientras tratan de aislarse de la globalización, esto es aprovechado por actores políticos que como especuladores económicos se adelantaron a la competencia y le prometen al ciudadano que el giro a la izquierda es la panacea. Sera este el camino? Ya veremos. ¡La disrupción es imparable!