Por: Jorge Valladares Sánchez e Hissarlic González Cetz.
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Hubo una época en la que se pusieron de moda los finales alternativos. La costumbre de historias lineales y similares, donde desde el inicio o el tinte de la historia ya se adivinaba el final, fue cuestionado y sometido a esa novedosa posibilidad; dándole alguna esperanza al “hubiera”, que muchos/as afirman que no existe.
Veamos aquí la otra posibilidad, la de diversos inicios, que llevan a un mismo final, o por lo menos a un mismo estatus, más al estilo de historias encontradas, que también tuvieron sus 15 minutos de fama. Presento 5 posibles inicios para este artículo.
El primero, del artículo 58 de la Ley de Participación Ciudadana del Estado de Yucatán, publicada en enero de 2007 y reformada en diciembre de 2016:
El objeto de la iniciativa popular es recibir de la ciudadanía proyectos de creación, reforma o adición a la Constitución, a las leyes, decretos, Bando de Policía y Gobierno o reglamentos municipales.
El segundo, de un artículo que, siempre amable, me hizo favor de publicar La Revista Peninsular en septiembre de 2019:
Hice la pregunta que a la mayoría de los estudiantes les hacen al iniciar una carrera: ¿Para qué estudian? “Para buscar justicia”; “para ayudar a las personas”; “para resolver controversias de ciudadanos”, “para hacer un cambio en la sociedad”; “para defender los derechos de la sociedad”… respondieron estudiantes de derecho de la UADY y la UMSA en las instalaciones de la Casa de la Democracia, la semana pasada.
El tercero, de una reseña publicada en octubre de 2019 referente al inicio del programa Jóvenes con Iniciativa generado por la Comisión de Participación Ciudadana del Instituto Electoral de Yucatán:
Este año iniciamos el programa JÓVENES CON INICIATIVA para lograr que estudiantes universitarios de Mérida y del interior sepan del derecho que tienen para proponer modificaciones a la LEY y aprendan a hacerlo. Enorme respuesta de la juventud yucateca a esta iniciativa de Participación Ciudadana del IEPAC.
El cuarto, en noviembre de 2019, en voz de una estudiante de leyes de la UADY en la Sala del Consejo del Instituto Electoral de Yucatán, presentando públicamente una Iniciativa Ciudadana hecha por su grupo de compañeros/as, con la orientación de su profesora, Hissarlic González Cetz:
Presentamos un total de 6,056 firmas de ciudadanas y ciudadanos, de… municipios del Estado, en espera de una respuesta positiva por parte de este Instituto (IEPAC)… En equipo, la fuerza de nuestras ideas sumaron el proyecto que hoy se ve completado
El quinto, un encabezado del Diario de Yucatán, en octubre de este 2021: “Bancada del PRI Rescata Propuesta”, que inicia describiendo:
La única iniciativa ciudadana que llegó al Congreso del Estado en 2019, luego de más de 10 años que no se presentaba una de estas, fue desechada por esta legislatura la semana (sic), pero la rescató la bancada del PRI y, ayer la presentaron de nuevo en la sesión plenaria
Iniciada en cualquier punto, ésta es una historia de una secuencia conocida por aquellas personas que creemos en que es posible hacer algo diferente a pesar del tiempo y complicaciones que pueda llevar, y que no estamos condenamos al “nada va a cambiar”. Así sea que contemos la historia a) del noble equipo de personas que integran al IEPAC en sus esfuerzos por hacer conocer de manera novedosa lo que desde hace más de una década está disponible en ley; o b) la de esa alianza que, de cuando en cuando, ocurre entre un grupo de alumnos con alguna de sus profesoras/es para ir más allá de los textos y las clases a “tratar de cambiar el mundo” con los instrumentos de la ciencia en la que se están formando; o, c) el andar de Utopistas y Persistentes de la Red Cívica Mx que dedicamos algo de nuestro tiempo, el pagado y el otro, a mejorar y poner al alcance de la ciudadanía los instrumentos de la participación ciudadana, apostando a que “nadie sabe lo que tiene hasta que lo usa”.
A pesar del tiempo transcurrido en cualquiera de esas posibilidades, la pelota sigue en el terreno que hace dos años anuncié, pues depende del Congreso del Estado, elegido por la ciudadanía, para que actúe conforme a derecho, y del cual seguimos esperando un trabajo de fondo, en el cual considere esta iniciativa no solo para estudiarla, sino para ser partícipes en lo que promueve. Es decir, que no solo hagan el trabajo legislativo común, sino que valoren la disposición de la ciudadanía, y en particular las juventudes, para participar y decidir si esta iniciativa puede tomarse como una Ley de Desarrollo Social para Yucatán, con las adecuaciones que correspondan.
Subirse a una historia en la que se hace lo que se debe hacer, motivando la iniciativa, colaborando con la institución electoral, asegurando que esa ruta quiera ser andada por más gente, pues finalmente es la forma de asegurar que efectivamente están sirviendo en el sentido que la ciudadanía necesita.
Esta historia también tiene un reflejo personal, pues hace ya casi dos décadas conocí en calidad de funcionaria de la CODHEY a quien hoy es la motivadora académica que impulsó a sus estudiantes a dar este paso histórico. Y desde entonces hemos coincidido en espacios diversos, que tienen en común hacer que las cosas del derecho ocurran en la realidad para bien de la gente. Fue una grata coincidencia (léase con precisión, sincronicidad) encontrarnos de repente en ese otro escenario y ser parte de ese hacer de nuestros/as jóvenes yucatecos.
Hissarlic lo describe con estas palabras:
La visión de cambiar la perspectiva de las políticas sociales y de conjugar la adquisición de competencias de estudiantes requiere procurar que sea conveniente y duradera para que sin afán de protagonismo se construya un mejor lugar para vivir,
El cambio hacia una visión orientada al desarrollo con perspectiva social considerando las herramientas académicas es motivo de gran orgullo. Para las y los jóvenes estudiantes el participar en el proceso de elaboración y de presentación de una iniciativa popular representa un anhelo de materializar un proyecto que inició como una experiencia de aprendizaje y que, poco a poco, se fue convirtiendo en una propuesta de Ley que podría ser analizada y tomada en cuenta en el H. Congreso de nuestra entidad yucateca.
Desde la perspectiva del docente, se aprecia el ejercicio de reflexión y análisis que realizan todos los días las y los estudiantes de las distintas carreras y programas de nivel superior. En lo particular, este grupo de estudiantes de la carrera de derecho de la Universidad Autónoma de Yucatán se destacan en dar el paso de someter a los mecanismos de participación ciudadana, esta valiosa aportación legislativa fundada en un profundo sentido humano.
Sin duda, el compromiso de la Universidad (UADY) fue fundamental; en un principio por permitir con total apertura la adecuación de la currícula académica a través de la optativa en Derecho Estatal y Municipal, y en materias libres como: Participación Ciudadana y Gestión Pública; y posteriormente, la participación del curso-taller para la elaboración de iniciativas organizado por el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado de Yucatán.
El proyecto tiene un enfoque propositivo y académico que ha alcanzado el objetivo de generar consciencia en lo personal y en lo colectivo en cada estudiante, sobre la importancia de diseñar políticas públicas con alto grado de eficacia, eficiencia en calidad, acordes a un contexto social, económico y político determinado legitimidad en Yucatán.
Hoy por hoy, representan a una ciudadanía activa que promueven que desde el Poder Legislativo, se debata, analice y tomen decisiones públicas relacionados con el tema del derecho al desarrollo social, y han generado, que a través del parlamento abierto se promuevan espacios para entablar un diálogo propositivo de forma que enriquezca la acción pública y se procuren beneficios sociales de todas y todos por igual.
Como docente, es un orgullo que cada estudiante desarrolle una visión analítica de lo que nos acontece y afecta a todas y a todos, y que los hechos y acontecimientos sociales sean verdadera plataforma de impacto legal, pero sin duda, su verdadero legado es mantener firmes sus convicciones con la gobernanza, de su papel como ciudadanía es participar en los temas públicos.
Las generaciones universitarias deben escuchar y procurar con este ejemplo continuar trabajando para el bien común.
Y leyendo lo que ella bien expresa del proyecto y sus alumnos/as, se renueva el deseo de que las propuestas que vengan de la ciudadanía encuentren cauce, ojalá que ágil, para llegar a culminar en debate público y acción gubernamental. Las palabras de Gaspar Quintal Parra al rescatar esa iniciativa se alinean en ese sentido, “ese trabajo fue un ejemplar ejercicio de la participación ciudadana a través del modelo de iniciativa popular y, demuestra que en la entidad, existe la cultura para construir ciudadanía y fortalecer la democracia; es un claro ejemplo de voluntad para la consecución de un cambio de paradigma y mejoramiento de la realidad social.
En su exposición de motivos, que la gente del propio IEPAC les asesoró en cuanto a forma, da color y calidez a cuanto esto puede significar, pues inician diciendo:
Somos un grupo de jóvenes estudiantes conscientes de nuestro papel en la construcción de una mejor sociedad para vivir, por lo que hemos considerado que, a través de la iniciativa ciudadana, como mecanismo de participación ciudadana se podrá potencializar el desarrollo de un estado social en una norma que siente las bases para garantizar la igualdad de oportunidades entre todos los ciudadanos del estado de Yucatán. Hoy ochenta y cinco deseamos contribuir con aquellos sectores sociales más necesitados y potencializar su desarrollo.
Manuel León, Joel Martínez y toda esa generación de estudiantes hicieron lo que pretendieron y cumplieron su parte, seguimos a la espera de que el Congreso haga lo propio y en ese enlace virtuoso entre quienes presenciamos la historia y quienes la viven, surjan nuevos inicios de historias en las que los anhelos de más gente puedan verse plasmados en ley y en un final, cercano, aterrizados en mejores formas de vivir.
Caminante, no hay camino, se hace camino al andar…
*Dr. Jorge Valladares Sánchez
Papá, Ciudadano, Consultor.
Coordinador Nacional de la Red Cívica Mx, A.C.
*Psic. Hissarlic González Cetz
Maestra en Derecho Procesal
Directora del Centro de Investigación Aplicada de la CODHEY