Por: Walter Olivera Valladares.
Seamos claros, las casas encuestadoras han tenido y tendrán mucho trabajo en los próximos meses. Claro, las que sí hacen bien su labor… Todo esto después de llegar a pensar que nadie más que AMLO podria sustituir a AMLO, es decir, una reelección genuina, respaldada de alguna forma por la revocacion de mandato. Y ya ahora sí le están apostando a la sucesión.
Pero analicemos lo que ha variado y lo que sigue sin variación. En la encuesta del periódico Reforma sobre percepción de figuras presidenciables, vemos a Ebrard con 31%, Claudia con 30% y Colosio Riojas de MOCI con 27%, quien sin duda ya es opositor de nivel.
Y cerrando, el increíble Ricardo Anaya del PAN con 16%. Y ya sólo para cumplir diremos que lo más cercano que tiene el PRI es Del Mazo con un 10% pero basicamente ya ni caso tiene mencionarlo, ni a él ni al PRI.
Pero si consideramos también la última encuesta de Mexico Elije, el tema se vuelve más interesante, ésta no habla de presidenciables si no de conocimiento y percepción de las figuras nacionales representativas por partido político.
Y en ese sentido, tenemos por orden de importancia, de mayor a menor, los siguientes tres lugares, primero Morena con López Obrador, Ebrard y Claudia (quienes resultan muy evidentes).
En segundo, MOCI, con Colosio Riojas, Samuel García y Amalia García. Colosio sorprende no sólo por su popularidad si no por la buena percepción a nivel nacional de su desempeño. (Aunque Alito Moreno, en entrevista con Reforma, haya dicho que nadie conoce al joven Colosio).
Y tercero, el PAN, con Xóchitl Galvez, el yucateco Romel Pacheco y Lily Téllez. (Esto sí que sorprende, pero son las figuras que el PAN debe tener en cuenta para su renacer emergente).
Muy por debajo de los tres primeros sitios, quedaría el PRI, con Beatriz Paredes, Claudia Ruiz M. e Ildelfonso Guajardo. (Entre lo poco que podría llegar a salvar al Revolucionario Institucional, y ya con el tiempo en contra).
Estos indicadores reflejan el trabajo de imagen intitucional y de comunicación constante, además de logros y desempeños políticos… Con todo ello, todos tenemos claro que la buena imagen no se construye en un día, ni a prisa y mucho menos con berrinches ni caprichos porque hoy más que nunca los ciudadanos saben a quién no quieren en el poder.
Cinismo y Alpinismo
El Covid-19 encendió de nuevo las alarmas, como en una escalada hasta el Everest, con la llegada de Ómicron, pues en medio de más de tres mil 900 contagios y más de 290 defunciones diarias a nivel nacional por coronavirus, ahora se cierne sobre nosotros la amenaza de una de las mutaciones más contagiosas (23 casos ya confirmados de Ómicron) escalando como alpinista decidido a llegar a la cumbre y en pleno inicio de fiestas decembrinas.
Parece que nos estamos acostumbrando tanto al virus, al punto que el número de muertes ya no nos impacta como debería.
Con mucho cinismo, del lado oficial, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, sólo atina a decir una y otra vez, que la nueva variante es más transmisible, pero no más agresiva. ¡Habrá que ver! ¿No?
Y aún reciente, el tercer informe de gobierno con el zócalo repleto de simpatizantes, se demostró la fuerza de la figura en el poder, en la cima de popularidad, más que el propio partido.
Y es que justo a mitad de camino es cuando los perfiles a la sucesión deben al menos mostrar más que una mano arriba, porque sólo han evidenciado su capacidad para inspirar memes, unos no tan buenos, pero igual y se comparten.
Mucho cinismo con la oposicion, que sigue sin lograr serla de verdad, reclamando en redes por el evento del zócalo, recriminando que fueron puros acarreados, cuando sabemos que esas prácticas son tan antiguas como el mismo partido que las señala.
Ahora, seamos claros, no fueron tan evidentes esta vez el juguito y el sanwichito como los siguen ofreciendo los de la supuesta oposicion.
Y también del lado del cinismo, está Emilio Lozoya quien pidió otra prórroga a la Fiscalía General de la República, para aportar nuevas pruebas del caso Odebrecht, mucho más reveladoras que antes, según.
Siendo claros, más vale ir escalando de poco en poco, congruentes con uno mismo porque ya vimos que muchos se marean en las alturas demostrando más cinismo que alpinismo.
