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Lo que hacen los líderes

Pascal Beltrán del Rio
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Por: Pascal Beltrán del Rio.

El miércoles 20 de mayo de 2020 fue un día esplendoroso en Londres. No había una nube en el cielo. La temperatura alcanzó los 27 grados, muy por encima del promedio para esa época del año.

A las 9:05 de la mañana, la Policía Metropolitana subió un tuit en el que recordaba a los londinenses que era válido aprovechar el buen tiempo para pasear, pero que debían respetar las normas de distanciamiento social puestas en vigor por la pandemia. Sólo estaban permitidas reuniones con una sola persona no conviviente al aire libre, con el consejo de permanecer a dos metros de distancia.

Durante la jornada, un correo electrónico apareció en los buzones de unos 100 funcionarios de la oficina del primer ministro Boris Johnson, enviado por Martin Reynolds, su secretario privado. “Después de un periodo de mucho trabajo, pensamos que estaría bien aprovechar este tiempo tan maravilloso y tomar unas copas, con la distancia social debida, en el jardín del Número 10 (de Downing Street) esta tarde”, decía el e-mail.

“Por favor, únanse a partir de las 6 de la tarde, y ¡traigan su propio alcohol!”, agregaba.

Unas 40 personas llegaron a la reunión, de acuerdo con investigaciones de la cadena ITV, que obtuvo y divulgó el correo electrónico. Entre los asistentes estuvieron Boris Johnson y su esposa. Mientras el convivio se llevaba a cabo, las autoridades sanitarias informaron que 363 personas habían muerto por covid en un lapso de 24 horas.

La reconstrucción periodística de lo sucedido aquel día en la residencia y oficina del primer ministro ha provocado un cataclismo político en Reino Unido. Johnson ya se había salvado de un episodio similar, una fiesta navideña ocurrida el 18 de diciembre de 2020, cuando también estaban vigentes estrictas restricciones.

Sin embargo, este nuevo escándalo sí alcanzó al premier conservador, quien ya traía una rebelión en la bancada de su partido. Esta semana, en sesión de la Cámara de los Comunes, tuvo que admitir que sí estuvo en el convivio de mayo, aunque alegó que había pensado que se trataba de una “reunión de trabajo”.

El alegato hizo estallar a la oposición. “Su defensa es tan ridícula que, de hecho, ofende al pueblo británico”, le espetó el líder laborista Keir Starmer. Varios parlamentarios pidieron la renuncia de Johnson, cuya continuidad en el cargo está en veremos, pues ya existe una investigación oficial sobre los convivios en Downing Street.

El Partygate, como se ha dado en llamar este escándalo, viene a reafirmar que los gobernados esperan una actitud ejemplar por parte de sus líderes y principales servidores públicos en tiempos de crisis. Eso es cierto en Reino Unido y también en muchos países que han visto caer a importantes funcionarios por no obedecer las reglas que se han puesto en vigor para controlar los contagios de covid.

México no puede ser la excepción. En este país, un grupo de servidores públicos entre los que están el presidente Andrés Manuel López Obrador, han tenido conductas nada ejemplares en esta contingencia.

López Obrador se volvió a contagiar de covid, luego de haber rehusado confinarse, pese a que tenía síntomas respiratorios aparecidos después de que se reunió con la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, quien dio positivo a la enfermedad. Durante los meses que pasaron después de su primera recuperación, casi nunca se puso un cubrebocas.

El secretario de Salud, Jorge Alcocer, ha expresado opiniones que rompen con la evidencia científica y su subsecretario Hugo López-Gatell se fue de vacaciones a la playa en plena segunda ola de covid después de pedir que otros no lo hicieran. La jefa de Gobierno capitalina Claudia Sheinbaum, quien estuvo el lunes con López Obrador, también se aplicó una prueba de covid, luego de desaconsejar que otros se las hagan.

Aunque a este gobierno le gusta presumir que le podría dar lecciones al mundo en el manejo de la pandemia, los datos muestran que su desempeño ha sido desastroso. Y parte de la razón son las actitudes nada congruentes con la emergencia por parte de muchos que lo integran, comenzando por el propio Presidente.

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