Editorial La Revista Peninsular
Este fin de mes se cumplen 22 años del fallecimiento de Don Eduardo R. Menéndez Rodríguez, fundador de La Revista Peninsular, a quien recordamos con amor, admiración y respeto. Su legado se mantiene vivo en estas páginas, pero también en sus familiares, amigos, colaboradores y colegas.
El notable periodista y empresario yucateco nació en la ciudad de Mérida el 7 de agosto de 1946 y fue hijo de don Mario Menéndez Romero y doña Pilar Rodríguez Cantillo; su abuelo paterno, don Carlos R. Menéndez, fue fundador del Diario de Yucatán.
Con el periodismo impreso en la sangre, en 1988 fundó La Revista Peninsular para crear un espacio crítico y objetivo en el cual se aplaudieran los aciertos del gobierno, pero también se gritaran sus defectos. Un espacio sin indulgencias ni fanatismos, sólo un compromiso inamovible con la verdad.
Gracias a la base de principios y valores que procuró para La Revista Peninsular, hoy continuamos siendo aquel espacio que Don Eduardo R. Menéndez concibió hace más de 33 años, donde convergen todas las ideologías por diferentes que sean. Esto nos ha permitido mantenernos como el medio de discusión política más importante del sureste mexicano.
Hoy que nos encontramos en tiempos en los cuales nuestro país sufre una dura polarización social y existen personas quienes piensan que matando periodistas pueden matar la verdad, es necesario de valientes luchadores como lo fue Don Eduardo R. Menéndez. Cuando ser crítico implicaba un acto riesgoso, como sigue siendo ahora, no se dejó intimidar y apostó por abrir un espacio para el análisis, el diálogo y la búsqueda de la verdad.
A 22 años de la partida de Don Eduardo R. Menéndez Rodríguez, lo recordamos activamente haciendo valer su pensamiento cada día y con cada publicación de nuestra revista. No permitiremos que su huella desaparezca ni se erosione, especialmente en estos tiempos, pues es un necesario recordatorio de lo importante que es el periodismo libre para nuestra sociedad.
Lo que hizo como humano, hijo, esposo, padre y amigo lo llevamos en el corazón; lo que hizo como profesional y periodista lo llevamos en la cabeza y las manos para traducirlo en acciones.
