Por: Marco A. Cortez N.
“Sería un triunfo (político) para el presidente de EEUU, Joe Biden, si invitara a todos los países a la Cumbre de las Américas en junio próximo en California”, así lo dijo ayer viernes el mandatario mexicano Andrés M. López Obrador, consciente que la administración del demócrata Biden no ve con buenos ojos los regímenes de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
A su regreso de una gira a Centroamérica y Cuba, el presidente mexicano hizo pública su postura: “si no invitan (los estadounidenses) a los presidentes de Cuba, Miguel Díaz-Canel; de Nicaragua, Daniel Ortega, y de Venezuela, Nicolás Maduro; no acudiré y a la cumbre y con mi representación lo haría el canciller Marcelo Ebrard”, amagó.
Posteriormente, Luis Arce, presidente de Bolivia, sucesor de Evo Morales, adoptó e hizo pública la misma postura del mexicano, y se sabe de más presidentes que comparten ideologías y estilos afines al gobierno de AMLO como los mandatarios de Argentina, Alberto Fernández; y de Perú, Pedro Castillo.
La postura de López Obrador generó de inmediato una reacción y visita a Palacio Nacional del embajador del vecino país del norte, Ken Salazar, quien al término de su reunión con AMLO abandonó las instalaciones sin la sonrisa y comunicación que suele tener para con los medios de comunicación, es decir, no emitió comentario alguno del encuentro.
Como se sabe, el presidente mexicano viajó la semana pasada a Centroamérica y a Cuba, países considerados como enormes fábricas de migrantes que que buscan mejorar sus estándares de vida acariciando el utópico “sueño americano”, además de luchar por alejarse de la represión y violencia, cada vez más severa, que azota sus países y que no está muy lejana a realidad mexicana con los altos índices de violencia exhibida día y noche por las plataformas tecnológicas y medios de comunicación.
Pero en dicha gira AMLO aprovechó para mostrarle al mundo, y de manera especial, a Centro y Sudamérica que hoy en Mexico hay un gobierno de “izquierda” (él mismo lo ha dicho en sus mañaneras: ni centro, ni derecha) y con ello no tan sólo impulsar, sino consolidar una corriente afin a los principios del socialismo, algo muy afin a lo que practicó en su momento el extinto líder cubano Fidel Castro Ruz. Por cierto, en Cuba, López Obrador no perdió la oportunidad de sentarse a dialogar con Raúl Castro, en privado, evento del cual fluyó sola una imagen que supuestamente difundió el gobierno de La Habana.
¿Pero? ¿cómo le cae esta postura al gobierno de Joe Biden?, presidente del país considerado por muchos como el más poderoso del mundo y socio principal y estratégico de México?, país con el que a diario fluyen unos 6 mil millones de dólares en materia de intercambio comercial.
Cierto, México es un país libre y soberano. Pero todo mundo sabe dónde está el “auténtico” poder económico y político, dónde está la “varita mágica” que conduce los destinos de la humanidad; si duda voltee a ver a la “Madre Rusia” que hoy juega a las vencidas con la OTAN y con los EEUU utilizando como mesa o tablero Ucrania.
Ya que estamos en este punto, debemos señalar que pese a su moral y de manera gradual el ejército y el gobierno de Ucrania cada día que pasa se observan más débiles y sometidos por la maquinaria bélica de Rusia, aún y con el apoyo indirecto de países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en lo que definiría como un juego mortal de ajedrez geopolítico y donde, como siempre, la población civil, en este caso ucraniana, resulta la más afectada con la pérdida de vidas.
Regresando al tema que nos atañe, y para ponerle punto final a este comentario. ¿Acaso el presidente de México está construyendo una imagen de libertador en América Latina y El Caribe?. ¿Acaso el gobierno de México busca la supremacía de regiones donde cada vez es mayor la presencia de gobiernos de izquierda o más bien populistas y/o dictaduras?.
¿Realmente no irá el presidente López Obrador a la Cumbre de las Américas mostrando así su apoyo a Cuba, Nicaragua y Venezuela y dejando de lado las relaciones económicas y políticas con la primera potencia mundial?, y de paso, con Canadá, país que, por cierto, cada día recibe a cientos de latinos entre ellos mexicanos que buscan como los centroamericanos y caribeños, mejores niveles de vida.
¿México se encamina hacia un modelo económico y político similar a Cuba, a Nicaragua o a Venezuela?. ¿Lo permitirán los 130 millones de mexicanos, lo permitirá el país más poderoso del mundo y principal socio y vecino comercial? o es acaso estrategia.
Por lo pronto, en breve llegarán al país 500 “médicos cubanos” cuando aquí, en México, y lo digo porque trabajé en una una universidad pública más de 30 años, hay cientos de jóvenes que egresan cada año y terminan ejerciendo cualquier cosa menos su profesión.
Veo un panorama muy enrarecido, más aún, con el conflicto geopolítico entre EEUU-Europa y Rusia…y observando, cómo tigres esperando dar su zarpazo: China y La India. Veremos.
PD. El que también apunta al exterior, pero para generar inversiones y empleos para beneficio de los yucatecos es Mauricio Vila Dosal, gobernador de Yucatán. Sus objetivos, contrarios a los de AMLO, se enfocan más a países del viejo continente. En fin. Cuestión de enfoques
Hasta la próxima
Cuídense
