Editorial La Revista Peninsular
El 17 de mayo se conmemoró el Día Internacional contra
la Homofobia, Transfobia y la Bifobia, fecha en la cual se organizaron
esfuerzos para denunciar la discriminación que sufren homosexuales,
transexuales y bisexuales en todo el mundo, así como para buscar un avance en
la garantía de sus derechos. En nuestro país, esta fecha no pasó desapercibida
pues actores políticos e instituciones públicas expresaron su apoyo y
solidaridad con dicha causa.
La razón por la cual se utiliza esta fecha para tal
conmemoración es que la Organización Mundial de la Salud dejó de considerar la
homosexualidad como una enfermedad mental el 17 de mayo de 1990. 15 años más
tarde, en el año 2005, se celebró el primer Día Internacional contra la
Homofobia, Transfobia y la Bifobia. Se estima que actualmente más de 130 países
reconocen y conmemoran esta fecha.
La importancia de este día es significativa ya que la
violencia en contra de la comunidad LGTBIQ+ es un problema real y grave en
muchos países. Se estima que las relaciones consensuales entre personas del
mismo sexo son criminalizadas en alrededor de 70 Estados; en algunos de éstos,
son castigadas con la muerte. En lo que respecta a México, si bien la
legislación avanza hacia la garantía de los derechos de la comunidad LGTBIQ+,
la realidad es que sus miembros son constantemente víctimas de discriminación,
agresiones y asesinatos.
Sobre esto, vale la pena recordar que, al aprobar el
matrimonio igualitario, la actual legislatura de Yucatán saldó una deuda que el
Poder Legislativo local tenía con la población yucateca. En el año 2015, la
Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declaró inconstitucional la
prohibición de matrimonios entre personas del mismo sexo lo cual significó,
entre otras cosas, que las entidades federativas debían modificar su marco
normativo estatal para que no contraviniese a la Constitución mexicana. A pesar
de esto, la legislatura yucateca anterior cayó en desacato al votar en contra
de este tema con una ampliamente criticada votación secreta.
Ante la negativa de los diputados, el Colectivo por la
Protección de Todas las Familias en Yucatán interpuso amparos en contra del
Congreso local por no cumplir con el mandato de la SCJN de adecuar el marco
jurídico local a la Constitución federal. La Corte concedió el amparo y le
ordenó al Congreso yucateco repetir la votación. Dado que la legislatura anterior
ignoró esta instrucción, fue la legislatura actual la que hizo historia al
aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo el año pasado.
El caso de Yucatán sirve como muestra de que, a pesar
de todo, la protección de los derechos de la comunidad LGTBIQ+ avanza.
Una sociedad homofóbica, transfóbica y bifóbica sólo
se sostiene con el odio y la ignorancia; si se aspira a vivir en una sociedad
donde impere la paz y la verdad, es necesario erradicar todo tipo de
discriminación, especialmente en contra de homosexuales, transexuales y
bisexuales. Dejemos a un lado los prejuicios para arropar la tolerancia y el
respeto ya que únicamente así lograremos construir un mundo mejor para todos.