Editorial La Revista Peninsular
Después de un largo día de discusión, el Senado de la
República eligió al senador Alejandro Armenta como nuevo presidente de la Mesa
Directiva. Esto representó una victoria para el senador Ricardo Monreal,
presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Senado, ya que
demostró mantener el control de la Cámara Alta a pesar de su distanciamiento
con el gobierno federal.
El miércoles 31 de agosto, los legisladores federales
votaron para renovar las mesas directivas de la Cámara de Diputados y del
Senado. En San Lázaro, el diputado panista Santiago Creel fue elegido para
presidir la Cámara Baja, mientras que Alejandro Armenta consiguió los votos
necesarios para suceder a la senadora Olga Sánchez Cordero en la Mesa Directiva
de la Cámara Alta.
La elección de Creel transcurrió sin mayores
complicaciones, a diferencia de la elección del senador Armenta pues hubo
distintas inconformidades que complicaron la votación.
Los obstáculos que tuvo que afrontar el nuevo
presidente del Senado comenzaron desde su bancada. A Morena le correspondía
proponer al nuevo presidente de la Mesa Directiva y entre los aspirantes para
el cargo se encontraban los morenistas Alejandro Armenta, Higinio Martínez,
José Narro y Gabriel García. En un intento por lograr un consenso, estos dos
últimos declinaron en favor del senador Martínez, pero no se logró ningún
acuerdo pues el senador Armenta no desistió en su pretensión.
Ante la falta de consenso, se decidió resolver el
asunto con una votación entre los senadores guindas. Alejandro Armenta venció
con 36 votos a Higinio Martínez, quien obtuvo 28 votos.
Una vez que se decidió que el senador Armenta sería la
propuesta de Morena para presidir el Senado, se sometió a discusión y votación
del pleno para su aprobación. La propuesta tuvo que ser votada 3 veces pues el
senador guinda no alcanzó los votos suficientes en las primeras 2 votaciones.
Fue hasta la tercera ronda cuando Alejandro Armenta consiguió la mayoría que
requería para ser el nuevo presidente de la Cámara Alta.
Ésta parece ser una victoria para Ricardo Monreal en
momentos de aparente distanciamiento con el presidente Andrés Manuel López
Obrador por sus aspiraciones presidenciales. El senador Armenta, quien es una
persona de confianza del titular de la Jucopo, logró vencer a senadores que son
considerados más cercanos a Palacio Nacional. Además, hubo un momento en el
cual la misma oposición propuso que Monreal asuma la presidencia del Senado, lo
cual no fue aceptado por el zacatecano, pero deja ver el respeto que le tienen
los senadores opositores.
De esta manera, el senador Monreal demostró que él es
quien controla al Senado e hizo notar el liderazgo que ejerce en legisladores
guindas y de oposición.
Ricardo Monreal ha descartado en diversas ocasiones la
existencia de una ruptura al interior de Morena, pero la realidad habla por sí
sola. De hecho, horas antes había recibido un desaire, aparentemente operado
desde Presidencia, por la inasistencia de distintos secretarios de Estado y
dirigentes de Morena a la sesión plenaria que organizó para iniciar la
discusión de la elección del nuevo presidente de la cámara.
Cancelaron su asistencia secretarios como el de
Gobernación, la de Seguridad y Protección Ciudadana y el de Seguridad Nacional,
entre otros, así como el presidente nacional de Morena, Mario Delgado, y la
secretaria general del mismo partido, Citlalli Hernández. Por otra parte, sí
estuvieron presentes Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, y
Tatiana Clouthier, secretaria de Economía.
Este no sería el primer golpe que Monreal recibe de
Palacio Nacional pues se entiende que las hostilidades públicas en su contra
comenzaron cuando el presidente López Obrador lo excluyó de la lista de
aspirantes a la presidencia. Ante los embates presidenciales, el senador
zacatecano ha respondido con acciones para garantizar la constitucionalidad y
la autonomía de poderes, lo cual ha sido elemental para conseguir que lo
respalden legisladores de todos los partidos políticos.
Con la designación de Alejandro Armenta como
presidente del Senado, Ricardo Monreal hace ver que, a pesar de tener al
Ejecutivo en contra, aún mantiene el control de la Cámara Alta gracias al
liderazgo que ejerce en los legisladores. Habrá que ver si esto modifica su
relación con el presidente López Obrador pues a ninguno le conviene un
rompimiento total. El senador Monreal aún requiere de recursos y respaldo que
sólo puede obtener mediante Morena, mientras que en Palacio Nacional saben que,
aunque el senador tiene posibilidades limitadas para la presidencia del país,
sus capacidades para debilitar al partido son altas.
