Por: Walter Salazar Cano.
Correo: walter_esc77@hotmail.cóm
@WalterSalazarMX
El 2007 marcó un nuevo Rumbo para el PRI, para Yucatán
y para la política en general toda vez que el partido derrotado en el 2001
volvió al gobierno con un gran triunfo encabezado por Ivone Ortega Pacheco y
esto se debió a que la ex gobernadora fue una mujer dedicada a construir sus
aspiraciones y sus triunfos electorales, pero también a una gran operación
política y a la suma de todos los que en el 2001 se habían dividido. Pero hay
un detalle que a mi juicio fue importante, el primero que no había gobernante
PRI y el segundo que los ex gobernadores de origen priista no estuvieron
involucrados en el tema de la sucesión y la decisión de quien sería candidato o
candidata, si había una clase política pero no tan poderosa para que por sí
misma pudiera tomar el control pleno del partido y eso permitió grandes
acuerdos para poder lograr en unidad el triunfo y que hasta donde sé posteriormente
todos estuvimos incluidos en el gobierno.
Los procesos que siguieron al 2007 como el del 2009 ,
2010 y 2012 fueron de triunfos para el tricolor en esas épocas me tocó
coordinar varias campañas y ser delegado del PRI en algún distrito o municipio.
El PRI dejó de ser un poco un partido de grupos y digo
un poco porque no del todo pero también empezó a ser un partido de familias y
entonces muchos de los postulados a cargos de elección popular era o los hijos
o las esposas la gran mayoría sin trayectoria política y menos de partido y eso
creo que empezó a restar ánimo de militante y votos de los ciudadanos.
En el 2012 me tocó coordinar las campañas desde la
presidencial , gobernador, senado, diputación federal y local y municipales del
distrito 1 federal articuladas bajo una misma estructura y estrategia que venía
de implementar en el distrito 1 local en los procesos anteriores donde por
primera vez se obtuvo un enlace por cada sección electoral, este el 1 local fue
el único que en 2009 y 2010 tuvo una estructura con representación en todas las
secciones electorales y luego esto se tomó de modelo para la elección para
gobernador. Al término de la elección para sorpresa mía y de muchos no fui convocado
a ocupar ningún cargo dentro del gobierno ya sea por el reconocimiento a mi
trabajo partidista o por el acuerdo con el candidato en turno.
Nadie me daba repuesta de porque no me invitaban al
gobierno cuando ellos mismo me pidieron renunciar a mi cargo en el COBAY para
dedicarme de tiempo completo a la tarea del partido. La circunstancia llegó y
Carlos Pavón cuando fue informado de que él sería el presidente del partido
pidió que yo fuera el secretario de organización del PRI.
En esa etapa por primera vez en su historia el PRI
renovó sus comités de partido, sectores y organizaciones y se preparó el
partido para llegar a la elección intermedia con un buen ánimo y con la
posibilidad de tener más triunfos de los que obtuvo y ahí empezó la decadencia
cuando se hizo a un lado al partido y a sus delegados de las decisiones en
muchos municipios. Lo cierto es que donde se respetó el trabajo del partido se
ganó y donde se tomó la decisión cupular se perdió.
En el 2018 el partido ya estaba descompuesto, ya no tenía
rumbo y se dejó de escuchar por quien tomaba las decisiones en ese momento y
llegamos a una campaña sin ruta trazada, una campaña de ocurrencias, una
campaña con compromisos sin cumplir y los resultados ya los sabemos todos, fue
la derrota. Fuimos culpables todos tanto los que la dirigieron como los que lo
permitimos.
Luego vendría el último clavo del ataud del PRI. Qué
se llama Francisco Torres y fue propuesta de Rolando Zapata y Jorge Carlos
Ramírez, estos dos fueron los grandes impulsores de Pancho quien perdió la
elección interna ganando ésta el ex alcalde de Sucila, Diego Lugo resultado que
se revirtió ese mismo día con una operación para meter 5,000 votos a urnas de
municipios donde la representación de Diego Lugo no llegó o se quebró. Esto
sucedió en otros municipios, como en Santa Elena donde ahí se metieron 800
votos, en Sacalum 350 y en Quintana 350 tan sólo en esos 3 municipios fueron
1,500 votos doy fe de lo que digo y me consta, de ahí mi desacuerdo siempre con
Panchito.
Lo que ha pasado con el PRI es fruto del fraude
electoral interno y la consecuencia es el 8 por ciento en las preferencias
electorales.
Nos
leemos la próxima semana.
