Pertenecer a la Generación “X” es como vivir la vida en una montaña rusa. La intensidad, la fuerza y el carácter se unen para ejemplificar la personalidad de todos los nacidos entre 1960 y 1982 (Países de habla hispana). Durante la década de los ochenta vimos surgir al rey del pop Michael Jackson. En los siguientes 10 años vimos a Nirvana desplazar el Glam de las listas de popularidad. Entramos al siglo XXI como adultos dispuestos a salir adelante a toda costa. Nuestras armas siempre han ido el pragmatismo y el valor. Sin embargo, las condiciones han sido más difíciles de los que pensábamos.
Aun así, hemos sobrevivido y llevado a buen puerto muchísimos proyectos productivos. Hoy como adultos somos el principal pilar del sistema que sostiene al mundo. Pero, el tiempo sigue pasando. El relevo generacional ya está sucediendo. En muchos frentes una nueva generación está ocupando nuevos espacios tecnológicos y sociales. La vigencia de la generación “X” depende de seguir conviviendo de manera pragmática con todo lo que la rodea. De niños y jóvenes pasamos de un mundo casi sin tecnología a ver, en la adultez, la llegada de las computadoras cuánticas.
Pero hay algo que sigue vigente: somos expertos en divertirnos. El pasado viernes 9 de junio hubo reunión familiar: Todos los exalumnos del Colegio Rogers Hall nos reunimos a celebrar. En lo personal fue un momento muy emotivo, ya que se celebran 30 años de mi graduación de preparatoria. Fue algo maravilloso volver a saludar a tanta gente que no veía desde hacía 1 o 2 décadas. Es emotivo ver que el grueso de la fiesta pertenecía a la generación “X”. Y como tal la diversión fue inagotable. Música, baile, alcohol (Con moderación), camaradería y comida hicieron de la velada algo sensacional.
Ese ambiente solo lo podemos hacer los de la generación “X”. La música, principalmente de los noventa, nos llevó en el “Delorean” de regreso a nuestra juventud. Fue muy bonito volver a ver a Vilma, a Cañedo, a Silvia, a Armando, a Fernando, a Mónica, a Emilio, a Ana Elena, a Vanessa, a Edwin (Mi tocayo), a Ana Paulina, a Rossana, a Alonso, a Fernando, a Gaby, a Ana Rosa, a Choco, a Mauricio, a Wicho, a Fana, a Titina, a Roger y la lista es interminable. Esto es el reflejo de cómo los “X” valoramos a nuestros amigos. Construimos familias alternativas gracias a las que valoramos con todo nuestro corazón. Qué orgullo es ser “X”.