“Si los reaccionarios regresan al poder, que sea mucho lo que tengan que echar atrás y que la regresión les resulte muy difícil”, advirtió el presidente Andrés Manuel López Obrador en la presentación de 20 iniciativas de reformas constitucionales propuestas en palacio nacional este 5 de febrero en el marco del 107 aniversario de la Constitución.
“Nada en política es eterno y en la democracia se gana o se pierde, y el pueblo es el que manda, y si se equivoca vuelve a mandar”, recordó López Obrador acompañado de su esposa Beatriz Gutiérrez e integrantes de su gabinete legal y con el aval de la candidata a la presidencia y los gobernadores de Morena.
El paquete de iniciativas según dijo están “orientadas a modificar el contenido de artículos antipopulares introducidos en el periodo neoliberal, contrarias al interés público”.
De entre todas las iniciativas haremos alusión a las que considero, son esenciales para el próximo proceso electoral evidentemente la siguiente administración federal, gane quien gane.
Veamos:
En la iniciativa 12, AMLO propone revertir las reformas de pensiones aprobadas en los gobiernos de Ernesto Zedillo (1997) y de Felipe Calderón (2007) asegurando que “afectan a trabajadores del Seguro Social y del ISSSTE impidiéndoles jubilarse con el 100 por ciento de su salario —para muchos expertos y analistas,
imposible de realizarse—;
en este tema López Obrador propone crear un fondo semilla de 64 mil 619 millones de pesos que, asegura, crecería con el tiempo.
Por otro lado, en la iniciativa 16 sostiene la necesaria reforma electoral reduciendo gastos para campañas y partidos políticos y el número de regidores en gobiernos municipales, evitando estructuras burocráticas electorales y eliminando candidaturas plurinominales.
En este sentido el tabasqueño propuso reducir el número de integrantes del Congreso de la Unión, de 500 a 300 diputados y de 128 senadores a 64; debemos recordar que este es un tema citado meses atrás. Al mismo tiempo, la administración lopezobradorista apuesta porque los magistrados de organismos electorales sean electos mediante voto libre, directo y secreto y también apuesta por la reducción del 40 al 30 por ciento de participantes en consultas populares para hacerlas válidas, efectivas y vinculatorias.
En el paquete de reformas AMLO propone que los jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial sean electos por el pueblo, argumentando que “sólo el pueblo puede salvar al pueblo”, dejando sin efecto la propuesta de elección a través del poder ejecutivo con aprobación de los diputados y los senadores.
Finalmente, en la iniciativa número 20 Andrés M. López insiste en la eliminación de dependencias porque “son organismos onerosos y elitistas,
supuestamente autónomos, sí, autónomos del pueblo, no de la oligarquía y creados durante el periodo neoliberal con el propósito de proteger negocios particulares en contra del interés público”, explicó.
Todas estas iniciativas —además de otras más— ya fueron entregadas para que “en esta legislatura o la próxima, se analicen, debatan y, en su caso, se aprueben para beneficio de la mayoría del pueblo”, dijo el presidente y agregó que “la esencia es reencauzar la vida pública por la senda de la libertad, la justicia y la democracia, como lo demandaron y exigieron con sus luchas nuestros antepasados y sus abnegados dirigentes”.
En síntesis, para el jefe del Ejecutivo federal las propuestas buscan honrar el legado del Constituyente de 1917 a pesar de las alteraciones que durante el neoliberalismo. “Es importante recuperar el país, limpiar la podredumbre de las instituciones y reorientar al Estado para ponerlo al servicio del pueblo”, remató.
Es así que López Obrador planteó cambios que hacia tiempo venía exponiendo en sus conferencias mañaneras y que ahora son realidad y es aquí cuando se define futuro de la izquierda (para muchos populista) que Morena y su líder moral encabezan o por otro lado la coyuntura que esperaba la oposición (Frente Amplio por México, también llamados conservadores, por el mismo jefe de estado) y aprovechar este momento para impulsar la agenda que conduzca al triunfo en las próximas elecciones, o de plano, exhibir que son solo parte de la comparsa de la calificada —históricamente— como: “Dictadura Perfecta”.
Veremos.
hasta la próxima.
