Se llevó a cabo la corrida de San Juan de los Lagos ante una muy buen entrada, ya que la plaza registró tres cuartos de entrada en tarde muy calurosa. Se jugo un encierro de Cerro Viejo, correcto de presentación y desigual en su comportamiento y un toro de Marco Garfias que desarrolló genio y peligro para Hernández Gárate.Abrieron plaza los recortadores ante un toro de el Vergel y tras mostrarle al público las diferentes suertes con lucimiento, fueron fuertemente ovacionados.
El maestro Zotoluco enfrentó en primer lugar a un toro que tuvo nobleza pero que le falto romperse y entregarse en el último tiempo de el muletazo, no obstante Zotoluco le piso los terrenos y consiguió series por ambos pitones que tuvieron un gran mérito y pronto conectaron con los aficionados. Lo mató de una estocada entera ligeramente desprendida y le fue concedida una oreja con fuerte petición de la segunda.
El de la despedida fue un toro muy complicado que desarrolló sentido muy pronto y con el que Zotoluco tuvo que hacer un gran esfuerzo con ese pundonor y esa raza que lo han caracterizado a lo largo de su carrera, lo despacho de un pinchazo y una estocada y escucho una cerrada ovación.Luis Ignacio Escobedo anduvo voluntarioso y con ganas de agradar en sus dos enemigos, y ambas faenas conectaron pronto con el tendido, despachó a sus dos enemigos de sendas estocadas y cortó una oreja de cada toro lo que la valorizó la salida a hombros.
El rejoneador potosíno Jorge Hernández Gárate enfrentó a un toro de la ganadería de Marco Garfias que desarrolló sentido y peligro, lo castigó correctamente y en banderillas anduvo muy por encima de su enemigo, destacando la actuación a lomos de Valladolid que realizó un toreo de cercanías que gusto mucho al respetable. Para el último tercio puso dos cortas y saliendo de la suerte en la segunda, el toro estiró el cuello y le pego una cornada en el anca de aproximadamente 15 cms al caballo de nombre Quinto Pecado.
Tras dos estocadas enteras y contrarias tuvo que echar pie a tierra acertando al segundo golpe con el descabello y la gente lo despidió con una cariñosa ovación.